Arequipa sin rumbo claro

Deysi Pari

Arequipa se acerca a los cinco siglos de historia. Lo hace sin rumbo claro para convertirse en una región competitiva.

La región mistiana depende esencialmente de la minería. Los precios de los metales, sobre todo el cobre, se convierten en el combustible de la economía. En los últimos cinco años, esta se ha desacelerado por la caída de este commodity. Se afectaron los servicios, comercio y construcción.

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El economista y rector de la Universidad Católica San Pablo, Germán Chávez Contreras, señala que Arequipa carece de una visión de desarrollo para los próximos diez o veinte años.

Expone sus razones. El 2013 fue el último año donde el crecimiento de la economía regional superó al crecimiento nacional.

El 2017 fue crítico, la economía nacional creció apenas 2.5% y la arequipeña se estancó por debajo de ese promedio. Es cierto, la minería no genera mucho empleo, sin embargo, activa la construcción, los servicios, comercio, etc.

El error, dice Chávez, es depender solo de esta actividad y megaproyectos como el Gasoducto del Sur o el ya manido Majes II. Sin duda, falta diversificar la producción.

El textil es otro sector clave. El Parque Industrial de Arequipa alberga a empresas emblemáticas dedicadas a la producción y exportación de textiles de alta calidad. Sin embargo, “no son comparables con la minería", dice Chávez. De mayo de 2018 a mayo de 2019, las exportaciones del rubro textil pasaron de 27.6 a 15.1 millones de dólares, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

Lo mismo sucede con la agricultura, una actividad para el autoconsumo y que exporta en cantidades poco significativas.

Arequipa tiene problemas de conectividad. Le faltan vías. Chávez lamenta que aún no se haya concluido el puente Arequipa - La Joya. Esta obra permitirá acelerar la conexión con la Panamericana Sur desde el Cono Norte de la ciudad. Falta un aeropuerto con mayor capacidad y que sirva para la exportación.

“¿En cuánto tiempo podríamos desarrollar un aeropuerto que sí sea internacional? Por lo menos para los siguientes 20 años”, expresa.

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Cambio de rumbo

Una lectura similar tiene la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA). En una reciente publicación, plantean un cambio de rumbo. Por ejemplo, el representante de la Sociedad Nacional de Industrias, Julio Cáceres Arce, señala que la apuesta debe ser una industria manufacturera.

La CCIA coincide que el Parque Industrial ha quedado reducido a su mínima expresión. “De los cerca de cien lotes con los que se inició, ni diez se dedican a la producción manufacturera”.

Arce también sostiene que la industria en Arequipa apenas alcanza el 2%. “De las casi 100 mil empresas, el 98% son mypes y pymes dedicadas, en su mayoría, al servicio”. Entonces, se trata de un sector que no crea valor agregado.

Por su parte, el economista y rector de la Universidad La Salle, Patricio Quintanilla Paulet, manifiesta que el turismo es una posibilidad aún mal trabajada. Solo se impulsa el Cañón del Colca, cuando el abanico se puede abrir más. ¿Por qué no el Cañón de Cotahuasi, el Valle de los Volcanes? Eso obliga a mejorar la conectividad. Se debe insistir en Arequipa como ciudad de convenciones. Ya es sede del Hay Festival, Perumin, pero podría sumar otros eventos.

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Plan de ordenamiento

Otro de los grandes problemas de la ciudad es la administración de su territorio.

El decano del Colegio de Arquitectos, Félix Solís Lanchipa, señala que Arequipa carece de un plan de ordenamiento. Esto para saber cómo aporta cada provincia al desarrollo sostenible. "Eso permitiría saber qué debo hacer con los productos que produce Camaná, o cómo ordenar la minería en Caravelí".

Asimismo, ejecutar el Plan de Desarrollo Metropolitano para planificar los proyectos de la ciudad. Solís señala que es posible convertir a Arequipa en una ciudad de convenciones, de foco de la cultura.

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Inestabilidad

El integrante de la Agenda para el Desarrollo de Arequipa, que está conformada por tres universidades locales, Carlos Leyton, coincide que en Arequipa hay la sensación de pérdida de brújula debido al ambiente político. Por lo menos deben plantearse soluciones a los problemas álgidos: transporte e inseguridad ciudadana.

El rector de la UCSP, Germán Chávez, señala que el Sistema Integrado de Transportes es un claro ejemplo de fracaso político. Cada autoridad edil ingresó tratando de imponer su idea. Para Leyton, el SIT es un proyecto interesante pero no es completo.

Desde la Agenda para el Desarrollo, se elabora una propuesta que sirva de orientación para que las autoridades tomen mejores decisiones, mejoren las inversiones y promuevan el desarrollo.