Arequipa: El plástico sigue en retroceso
CAMBIOS. Una visita a los mercados de la ciudad confirma avance en restricciones pero clientes aún piden su bolsita.
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Wilder Pari Pérez
Hacia el año 2023, el Estado planifica disminuir drásticamente el uso de las bolsas de plástico para reducir su impacto en el medio ambiente; una bolsa de este material, para degradarse, puede demorar 500 años y a veces termina en el vientre de los peces.
En diciembre último, se promulgó la Ley 30884, que regula el uso de plásticos de un solo uso, así como los envases descartables. La norma establece una serie de pautas para la reducción progresiva. En ese sentido, a partir de agosto, el Estado cobra un impuesto de diez céntimos por la entrega de bolsas de este material. Ahora falta la concientización, que los ciudadanos dejen de utilizar estos envases.
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En los supermercados de Arequipa, se añade el recargo a quienes pidan bolsas de plástico. En el mercado San Camilo, la norma se implementa de forma progresiva. La sección quesos es un ejemplo. Un letrero advierte de que ya no se entregan bolsas, algunos clientes sorprendidos sonríen y señalan que deberán acostumbrarse. Por ahora, se llevan sus productos envueltos en papel.
En otras secciones, las bolsas plásticas se otorgan aún sin discreción, como una cortesía. Los vendedores indican que podrían cumplir con la ley, pero ello los colocará en desventaja frente a sus competidores. “Si no le das (bolsa), el cliente se va a otro sitio”, indican. Refieren que por ahora deben pensar en soluciones alternativas. El papel parece ser la primera opción. Por ejemplo, el club FBC Melgar entrega sus souvenirs en un empaque del material orgánico.
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Interés creciente
El cuidado del ambiente también puede ser una oportunidad de negocio. El jueves, en la calle Piérola, José Torres (63) vendía las llamadas bolsas ecológicas, hechas de notex, por un sol y dos soles. Él mismo las confecciona. El notex es un material de polipropileno de fácil degradación. José compra el notex en los negocios textiles de la calle Perú, que comercializan el metro entre 2.50 soles y 4 soles.
Mientras era entrevistado, José vendió cuatro bolsas, señal de que existe cierto interés o necesidad. Una de las compradoras era Teresa Apaza (48), quien quería una docena de ellas para ofertarlas en su tienda de abarrotes. Ella ya aplica el cobro de diez céntimos, pero ello incomoda a sus clientes y piensa en ofrecerles una alternativa distinta.
Entre las compradoras, también se hallaba Yanett Amado (47). En su natal Mollendo, su mamá administraba una bodega y recuerda que, antes del plástico, todo era reutilizable. Por ejemplo, para envolver el arroz, azúcar o carne, se usaban las bolsas de papel, con las que se empaquetan los fideos; también el papel de despacho, hoy en desuso.
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