Metropolitano inaugurará 14 nuevas estaciones
Sociedad

Walker: “Un regidor es menos probable que vaya a la cárcel que un pobre”

Con esta frase el historiador norteamericano Charles F. Walker intenta explicar la frase de que hemos pasado de tener presos políticos a políticos presos.

Charles Walker, historiador norteamericano, autor del libro "Bandoleros, abigeos y montoneros"
Charles Walker, historiador norteamericano, autor del libro "Bandoleros, abigeos y montoneros"

José Víctor Salcedo

El historiador estadounidense Charles F. Walker es un conversador nato. Luego de la presentación de la segunda edición del libro “Bandoleros, abigeos y montoneros”, en el auditorio del Centro Bartolomé de las Casas en Cusco, firma autógrafos y, sin prisa, intercambia opiniones con los asistentes. El texto volvió a imprimirse 29 años después de su primera edición de la mano de La Siniestra Ensayos. Él es el editor. Su contenido gira en torno a estudios sobre la criminalidad histórica. El libro tiene ensayos de Carlos Aguirre, Alberto Flores Galindo, Deborah Poole, Benjamin Ben Orlove, Ward Stavig, Eric Mayer, Lewis Taylor, Erick Langer, Ricardo Valderrama, Carmen Escalante, Carmen Vivanco y Charles Walker. En esta oportunidad, Walker conversó con La República.

¿El delito constituyó en algún momento en el Perú una expresión de la guerra de clases?

Sí, de alguna forma puede ser. Cuando había comunidades que atacaban haciendas lo hacían no solo para robar productos sino como un signo de resistencia. Pero no siempre es un reflejo. A veces un robo es un mero robo, no hay que exagerar el análisis. Lo que busca el ensayo es una diversidad de interpretaciones.

Algunos hablan también de que ese acto, el delito, era una forma de cuestionar el ejercicio de la dominación…

Exactamente. Por eso hay que exponerlo en su contexto, ver los códigos, cómo ve el Estado (la criminalidad) y el mismo acto.

¿Ahora lo es?

Yo tiendo a decir cuidado con eso. No hay que tener tampoco una visión romántica del robo.

¿Podemos concluir que el problema de la tierra, del que escribe José Carlos Mariátegui, fue el germen del bandolerismo?

De alguna forma sí, pero dependiendo de la zona. En la Costa tenía que ver mucho con la esclavitud. En esto (Alberto) Flores Galindo y (Carmen) Vivanco resaltan el papel de los cimarrones, esclavos americanos que huían buscando la libertad y se refugiaba en las montañas. Depende mucho del contexto; no se puede decir que todo robo es un acto clasista, de buscar justicia; pero hay todavía un contenido fuerte (de eso).

¿Hay todavía bandidos sociales, esos que tenían vínculos con su sociedad?

Hay creo abigeos actuales. En los 1970, por ejemplo, los abigeos roban a ciertas comunidades y a otras no. Hubo ladrones que tienen una fama local por su machismo, por su coraje, por robar y dar a los pobres.

¿Los conflictos sociales son la nueva versión de ese fenómeno?

No sé. No diría ni sí ni no. Creo que es otra faceta.

Aquellos conflictos sociales en torno a la minería y otras actividades extractivas, ¿pueden ser una sucesión de ese fenómeno?

Claro. Puede ser una reivindicación local. Hay pueblos que dijeron que el petróleo tiene un costo ecológico enorme y no hay beneficios. Hay contra la minería también. No obstante, no quiere decir que cada vez que una comunidad se opone a la minería es por razones o tiene que ver con esa criminalidad histórica.

¿Cómo deberíamos entender desde el punto de vista de la criminalidad esos conflictos sociales?

Primero pondría un contexto largo, porque seguro cualquier comunidad tiene una historia larga de conflictos con hacendados, con otras comunidades, entre otros.

¿Hay en estos nuevos conflictos una carga política o son actos políticos?

Creo que en parte sí. No en el sentido de política de corto plazo como querer ser candidatos, pero es refutar un modelo de crecimiento que es exportar, exportar, exportar. O sea, creo que hay que debatir más, hay que ver el interés local. No es que la minería sea la única alternativa, pero tampoco que sea 100% negativa. Tenemos que buscar más el diálogo en estos temas.

Ha dicho que con los años hemos pasado de tener presos políticos a los políticos presos…

Esa frase lo robé de un amigo que nunca me va a perdonar, pero es verdad. Hay muy pocos ricos en la cárcel, a pesar de la cantidad de corrupción que hay en esta sociedad. Un regidor que cobre un millón de dólares es menos probable que vaya a la cárcel que un pobre que roba mi billetera. Esto es algo muy común; en el mundo y en el Perú se ve muchísimo.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.