Orgasmo, eyaculación y squirt: tres conceptos que creemos iguales, pero no lo son

Existe mucha confusión alrededor de la sexualidad femenina y esto se debe a que aún es considerada un tabú. Es por eso que cuando se habla de orgasmo, eyaculación y squirt, se suele tomar estas tres palabras como sinónimos.

Lo cierto es que se trata de un error, pues estos tres términos son diferentes entre sí, y la ausencia de algunos de ellos, no implica necesariamente el no disfrutar del placer.

¿Qué es el orgasmo?

Las personas suelen definir el orgasmo como el momento específico en el que se alcanza la cumbre del placer a nivel físico y emocional. Pero esta definición no es del todo correcta.

La educadora sexual experta en placer sexual femenino, Sandra Campó, desmitifica este concepto y afirma que el orgasmo no sólo es el clímax, sino que es todo un “proceso de la respuesta sexual humana”.

“El orgasmo es como subir una montañita”, señala a La República. Esta “montaña” consiste en cuatro fases:

- Fase de la excitación: es la parte inicial y el “camino a la montaña”.

- Fase de meseta: cuando la excitación está en subida, también llamada el “ascenso de la montaña”.

- Clímax: es la cumbre del orgasmo o el “pico de la montaña”.

- Fase de la resolución: cuando el cuerpo se relaja de las contracciones del clímax, o sea el descenso de la montaña.

Para Campó, todo orgasmo es clitoriano. Sin embargo, eyaculación y squirt se pueden producir con o sin este.

Eyaculación y squirt: manifestaciones líquidas pero diferentes

Cuando se menciona la eyaculación, casi siempre se relaciona al squirt. “Esto se da porque son dos manifestaciones líquidas bastante similares”, acota la especialista.

Tanto el squirt como la eyaculación se pueden provocar durante la excitación sexual —ya sea a través de la masturbación y/o con una pareja— o durante el orgasmo, pero no son lo mismo.

Pese a que ambos se refieren a la expulsión de líquidos, Campó asegura que las diferencias principales se pueden identificar en el color, la textura y dónde es que se originan.

La experta señala que muchas mujeres buscan eyacular o llegar al squirt, pensando que esto es señal de un orgasmo más intenso. “Este mito pornográfico de que la eyaculación es el súper orgasmo no es cierto. Eso solo genera presión e inseguridad en las mujeres”, ya que, al no alcanzarlas, creen que algo en su cuerpo está fallando, lo cual es falso.

Sin embargo, sucede que muchas mujeres probablemente han estado en proceso de tener un squirt, pero se les interrumpió porque el cuerpo entró en un periodo de tensión. “Pasa que cuando estás en un momento de la excitación, sientes como un deseo de orinar y lo retienes, pero la idea es que tú te relajes porque lo más probable es que se trate de squirt. La mayoría no llegamos a soltar el líquido porque no relajamos nuestro cuerpo”.

Para Campó, es muy importante la autoexploración, por lo que recomienda la masturbación femenina para que las mujeres conozcan qué les gusta y qué no para poder llegar al orgasmo, squirt o eyaculación.