Precio del dólar HOY, 16 de abril

Placas en marcha

“Las dos tendencias que parecen más dinámicas en estos tiempos son la opción por una versión centrista de la izquierda, y el surgimiento de brotes fundamentalistas de extrema derecha”

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Debajo de las multitudes y los políticos, hay placas tectónicas ideológicas desplazándose, eludiéndose y chocando en América Latina. En los extremos geográficos de la región, Argentina y México están apostando a la hegemonía de un centro-izquierda que abiertamente margina a Cuba y sus satélites del Grupo de Puebla.

En la derecha la llegada del progre Manuel López Obrador al poder en México no debilitó mucho a la Alianza del Pacífico, pero la crisis chilena y los problemas de Colombia probablemente sí lo hagan. La presencia del derechista extremo Jair Bolsonaro, con una agenda cerradamente nacional, no puede ser considerada un refuerzo para esa alianza.

El bloque ALBA activamente relacionado con La Habana ha perdido a varios socios presidenciales en pocos años, el último Evo Morales (asilado en México). Para Cuba Venezuela se vuelve cada día más un talón de Aquiles geopolítico, limitándole el juego frente a América Latina, e incluso frente a los grandes autoritarismos y dictaduras del Asia.

Podemos intuir las placas tectónicas moviéndose, pero todavía no sabemos hacia dónde. Hay cierto consenso sobre que estallidos como los de Bolivia o Chile van a ser replicados como un dominó, en la modalidad primavera árabe. Pero nadie se atreve a pronosticar cuál será el desenlace final en cada uno de estos casos.

Las dos tendencias que parecen más dinámicas en estos tiempos son la ya mencionada opción por una versión centrista de la izquierda, y el surgimiento de brotes fundamentalistas de extrema derecha. Sin embargo ninguno de los dos casos parece particularmente importante en el lanzamiento de los estallidos de octubre-noviembre.

En cambio la presencia de Donald Trump en Washington si es un factor importante en este momento. Estamos viendo al mismo tiempo un aislamiento terminal de Nicolás Maduro, el inicio de un nuevo ciclo de problemas económicos en la región, el descrédito de las elites político-culturales, y una pragmatización del discurso popular.

Explicamos: tanto para acompañar como para rechazar a Trump y al resto del llamado populismo naciente, los lenguajes políticos que vienen de inicios del siglo XX no están funcionando. Quizás lo que está moviendo las famosas placas son nuevos límites en la comunicación: hogares, redes y espacios sociales están prefiriendo escucharse a sí mismos.

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