Fiscal de medioambiente: Repsol no respondió al derrame

Durante seis horas, el fiscal especializado en medioambiente, Ariel Tapia Gómez, inspeccionó el tanquero italiano Mare Doricum y recogió la versión del capitán Giacomo Pisani y de la tripulación, el jueves 27 de enero. Al término de la diligencia, una de las más importantes en la investigación sobre la fuga de crudo en el mar de Ventanilla, el fiscal Tapia declaró que había reforzado la convicción de la responsabilidad de la empresa española Repsol, propietaria del Terminal Multiboyas N° 2, donde se originó el vertido de al menos 11 mil 900 barriles de petróleo, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Casi el doble del cálculo de hace una semana, que se cifró en 6 mil barriles. A última hora, Repsol difundió su propio cálculo: 10 mil 396 barriles, muy cercano a lo que reportó el OEFA.

“En este caso, la Fiscalía tiene una hipótesis fuerte. Y tiene relación con el aspecto de la mitigación (del vertimiento de crudo). Es decir, sobre la inmediata atención de la emergencia. A consideración de la Fiscalía, se han presentado demoras (en la actuación de Repsol para contener el flujo de petróleo)”, señaló el fiscal.

La clave estaría en la tardanza de la empresa española para actuar conforme a la dimensión de la catástrofe.

“Uno de los elementos de convicción más importantes que tenemos es el que apunta a que el derrame se habría advertido a las 17:18 horas. En esta misma línea, quienes se encargaron de verificar (el vertido) habrían iniciado las tareas de mitigación a las 20 horas de la noche del mismo día (sábado 15 de enero)”, señaló el fiscal Ariel Tapia.

La hora más oscura

Sin embargo, no descartó que podrían haber transcurrido más horas antes de que Repsol decidiera tomar acciones para evitar el desplazamiento de la marea de petróleo. Precisamente, es importante destacar que en un primer informe la compañía española reportó que solo se había vertido 0,16 barriles (alrededor de 25 litros). Casi nada. Era evidente la intención de minimizar la dimensión del desastre.

“Pero también tenemos que habría sido antes de esta hora (las 17:18) y que hasta el día siguiente continuó derramándose el petróleo. Esto porque no hubo la capacidad de contener la fuga del petróleo desde la tubería o manguera. Y luego la propia contención (del petróleo) en la superficie del mar, peor todavía. Como se trataba de un trasvase submarino (de petróleo), este habría ganado las barreras de contención”, explicó el fiscal Tapia.

Durante la diligencia, el capitán del tanquero Mare Doricum, Giacomo Pisani, confirmó las cartas de protesta que dirigió a los responsables de la refinería La Pampilla. Como informó en su momento La República, que tuvo acceso a los documentos suscritos por Pisani, el capitán alegó que fue engañado por las autoridades de Repsol, porque desde un comienzo no le informaron sobre el origen y el tamaño de la fuga. Incluso se negaron a recibirle sus notas de protesta por la falta de diligencia y transparencia de los funcionarios de la refinería La Pampilla, comportamiento que coincide con los elementos de convicción del fiscal Ariel Tapia.

Hasta el fondo

“La razón de la diligencia en el buque Mare Doricum es que había la necesidad de verificar sus características, así como contar con la versión del capitán (Giacomo Pisani) sobre cómo ocurrieron los hechos, y conocer a la tripulación con la que había actuado ese día (el sábado 15 de enero, día del vertido del hidrocarburo)”, explicó el fiscal Ariel Tapia.

También hubo participación de buzos que hicieron una constatación del sistema submarino de descarga de petróleo para la obtención de eventual evidencia.

“Los buzos hicieron una verificación no solo de las tuberías y del sistema de descarga de petróleo. También se buscó la posibilidad de encontrar en el casco del buque algunas evidencias. Los buzos tienen amplia experiencia en la búsqueda de este tipo de evidencias. Se ha verificado todo el casco para desvirtuar de que habría allí algunos vestigios que importen para nuestra investigación”, explicó el fiscal Ariel Tapia Gómez.

Antes de la diligencia en el buque petrolero Mare Doricum, el fiscal especializado en medioambiente solicitó a la Corte de Ventanilla el impedimento de salida del director ejecutivo de Repsol, Jaime Fernández-Cuesta Luca de Tena, y otros tres directivos de la refinería La Pampilla, directamente responsables de la administración, control y supervisión del Terminal Multiboyas N° 2, donde se produjo el derrame de hidrocarburo. La diligencia en el tanquero italiano, según las declaraciones del capitán Giacomo Pisani y de la tripulación, reforzaron la convicción del fiscal Ariel Tapia sobre la responsabilidad de Repsol desde el minuto 1, en que se inició la fuga de hidrocarburo.

Repsol ha ofrecido su propia versión de lo ocurrido, no obstante el fiscal especializado en medioambiente procesa, analiza y verifica los datos. Por ejemplo, ha recogido dos explicaciones de la empresa sobre el origen del vertimiento de crudo en el mar de Ventanilla.

“En un inicio nos dijeron (los de Repsol) que se había producido una fisura. Pero ahora se nos ha informado que se ha roto. De todas maneras, esto es motivo de pericia, porque interesa saber si el PLEN (pieza de recepción de descarga y distribución de hidrocarburos) sufrió una rotura. El peritaje determinará si el PLEN estaba en condiciones óptimas, si recibía mantenimiento, por qué se produjo la rotura, si ocurrió un tirón de la manguera. Se analizan también las características que ha dejado la ruptura, para advertir los vestigios que puedan explicar el derrame”, informó el fiscal Tapia.

Drástica decisión

Además de requerir el impedimento de salida del país del director ejecutivo de Repsol y de tres ejecutivos de la refinería La Pampilla, la autoridad de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental también ha solicitado a la Corte de Ventanilla la retención del tanquero de bandera italiana Mare Doricum, hasta que concluyan las investigaciones.

De acuerdo con el fiscal Ariel Tapia Gómez, es de importancia que continúe la embarcación en el mar de Ventanilla, Callao, hasta que culmine el recojo de evidencias y se interrogue al capitán Giacomo Pisani y a la tripulación.

“El buque está con orden de inmovilización a efectos de las pericias, y sobre el buque está pendiente la confirmatoria de la autorización de incautación por parte del juez”, explicó en declaraciones a las que accedió La República.

Se requiere hacer diligencias de verificación pericial sobre el buque. Todavía no ha terminado la investigación y el buque no puede zarpar.

Repsol admite reunión con secretario presidencial

La compañía española Repsol, investigada por presuntos delitos medioambientales derivados de una fuga de cerca de 11 mil barriles de crudo, aceptó que el secretario de la Presidencia de la República, Carlos Jaico Carranza, se reunió fuera de Palacio de Gobierno con representantes de la compañía -pero no los identifica-, el lunes 24 de enero.

La reunión fue “para escuchar las quejas y exigencias de la administración peruana, con vistas a discernir mejor los mecanismos que permitan canalizar el pago de las indemnizaciones que pudiera corresponder a los afectados, así como los compromisos vinculados a la limpieza y remediación”. Esto es algo que debería haber sido tratado con el Minam, OEFA, Osinergmin y la OEFA. No con el secretario.

Según fuentes de Palacio, el 22 de enero, el director ejecutivo de Repsol, Jaime Fernández-Cuesta, fue quien solicitó al presidente Pedro Castillo “una reunión con carácter de urgencia”.

El secretario Carlos Jaico, el embajador español Alejandro Alvargonzález y representantes de Repsol sostuvieron un encuentro previo, el 24 de enero, con autorización del presidente. Al día siguiente, el embajador se entrevistó con el presidente Castillo.

El dato

Decisión. El juez Romualdo Aguedo Aranda dispuso la incautación del buque petrolero Mare Doricum, tal como lo solicitó el fiscal Ariel Tapia Gómez.

Proceso. La fiscal coordinadora nacional, Flor de María Vega, indicó que la medida permitirá la ejecución de todas las diligencias requeridas para la individualización de responsabilidades.