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Política

El gasoducto del sur parece inviable, tal vez hay que enterrarlo o quemarlo

Jean Paul Benavente García, gobernador regional del Cusco, se pronuncia sobre uno de los proyectos vitales para la masificación del gas y que está paralizado desde hace mucho tiempo.

La autoridad cusqueña opina sobre la coyuntura actual y cuáles son las tareas que debe resolver el nuevo gabinete en la región imperial. En esta entrevista lanza una polémica posición sobre el Gasoducto Sur Peruano. Además, espera que la renegociación del gas de Camisea sea puesta en la agenda nacional.

.¿Cómo toma el cambio en el gabinete?

Es una noticia positiva para preservar la institucionalidad, para darle estabilidad al país. Cuando un debate se lleva a los extremos genera polarización y eso no le hace bien a nadie. Debe haber consensos. La imagen presidencial se debe respetar. En Puno y otras latitudes, el Premier estaba haciendo ciertas afrentas contra el presidente que ha sido elegido por el pueblo a quien debemos respetar como la máxima autoridad nacional.

¿Qué afrentas observó?

El mensaje de Puno, por ejemplo, como se dice en el argot popular, el premier pechó al presidente al decirle que no puede retroceder en la agenda que el pueblo le planteó. Eso ocurría mientras por su lado el presidente convocaba a la inversión privada, buscaba dar un mensaje de estabilidad. El premier proponía todo lo contrario.

¿Fue una disputa de poder?

En política no hay coincidencias, hay debates internos. Seguro Perú Libre quería su cuota de poder y el presidente va en una línea en la que quiere más consensos y convocar a otras fuerzas políticas. Se tiene que hacer respetar la posición del mandatario.

¿Este panorama cómo perjudica a las regiones?

Nuestra situación (de los gobernadores regionales) es más delicada. Ya hemos conversado con ocho primeros ministros. Mirtha Vásquez es la novena con quien vamos hablar. Tenemos muchos ministros que han pasado, cuatro presidentes de la República. Ya estamos cansados. Con estos cambios no se termina de consolidar un proceso de descentralización.

¿Mirtha Vásquez podrá garantizar ese proceso?

Lo positivo es que ministros como Pedro Francke continúa en Economía donde hemos avanzado. Claro que el director de la orquesta es la PCM que convoca a salud y educación. Ojalá se continúen los acuerdos que hemos tenido en Iquitos y no sea borrón y cuenta nueva. No queremos comenzar de nuevo y que cambie la agenda. Esa es nuestra preocupación.

¿Cómo evalúa el trabajo de Bellido desde la PCM para Cusco?

Se basó en compromisos. Realmente como región esperábamos una mayor atención. Hay temas que estaban encaminados y que siguen corriendo como el aeropuerto de Chinchero, pero en otros como la vacunación, no llegaban las dosis, debió haber una mejor redistribución. Igual en el corredor minero, él (Guido Bellido) era el llamado para resolver las cosas, por ejemplo, en Chumbivilcas, que además son sus paisanos, pero no se hizo, tampoco en Espinar. Solo se han comprometido mesas de diálogo que ya venían hace años pero no se terminaban de consolidar.

¿Qué rescata como positivo?

Haber puesto en agenda nacional el debate del gas. Estamos en contra de nacionalizar, pero sí a favor de sentarnos a una mesa para dialogar con el consorcio Camisea y la transportadora para masificar el gas.

¿Qué debe buscarse en esa renegociación del gas?

Las empresas dieron señales de que quieren sentarse a conversar. No podemos perder este momento. Qué vamos hacer con ese gasoducto del sur a medio construir, enquistado en corrupción y que ningún gobierno sabe lo que debe hacer con eso. Cusco, por ejemplo, ha podido tener su gasoducto más pequeño para alimentar a la población local. Para eso tenemos que solicitar negociar la provisión del recurso (energético). Pero mientras el gasoducto grande (Gasoducto Sur Peruano) está ahí qué se va hacer ¿Cuál es la agenda que tiene el gobierno nacional al respecto, que no quieren poner en debate?

¿Para Ud. que se debe hacer con el gasoducto)

Es concreto el gobierno nacional tiene competencia de manejo de hidrocarburos. Debió preocuparse por tender la red de ductos garantizar la infraestructura, pero parece que el gasoducto es totalmente inviable en este momento. Va a ser un monumento a la corrupción que tal vez hay que incinerarlo, quemarlo o enterrarlo.

Es una propuesta polémica. ¿En qué se sustenta?

A partir que esto suceda podemos generar la posibilidad de construir gasoductos más pequeños, ramales que vayan a las regiones que estamos más adyacentes como Cusco, Ayacucho, Huancavelica, Ucayali y poco a poco ir ampliando la red. Ya estamos por concluir los estudios definitivos para la Planta de Fraccionamiento de Kepashiato. Para que ese proyecto se consolide depende que el consorcio o TGP nos dé la posibilidad de usar los líquidos de gas ahí en Kepashiato.

Son varias bombas de tiempo para el nuevo gabinete. Entre ellos también el corredor minero

Ojalá que el cambio de ministros ayude a resolver de manera seria estos problemas. Hemos propuesto que se dé un fondo de desarrollo social para favorecer a todas las comunidades. Los impactos ambientales no se pueden tapar con un dedo, pero deben darse soluciones sostenibles. Lo que se hizo es prometer cosas y ponerlos en mesas y no avanzar más. El Estado debe decir qué se puede hacer y qué no se puede hacer.

¿Se debe desclasificar el corredor como vía nacional? Desde nuestra perspectiva no se puede. Es mejor que se invierta en asfaltado y se mejore las condiciones a las localidades. ¿Se puede dar dinero a las personas? Creo que no, debe darse proyectos que permita el cierre de brechas en salud, educación saneamiento.

El gobernador de Apurímac ha sugerido que no se den muchas contemplaciones

Yo entiendo que lo que ocurre en el corredor minero en Cusco afecta a Apurímac que con justo derecho añoran canon. Pero se debe entender que la salida de ese mineral está generando impactos ambientales en Cusco. Por eso hay que armonizar nuestras intervenciones. Apurímac sigue siendo área de influencia directa, pero ese yacimiento tiene que sacar el cobre y ahora lo hace por Cusco. Se habla de un tren, pero eso vendrá en cinco a siete años, no será ahorita. La solución es resolver el tema de la carretera y darles proyectos productivos a las comunidades para resarcir los daños ambientales.