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Política

José Antonio Ocampo: “Hay que romper las inmensas desigualdades”

Entrevista al ex secretario ejecutivo de la Cepal y ex secretario general adjunto de la ONU. “Es necesario poner en marcha políticas de desarrollo productivo más activas... con énfasis en ciencia y tecnología”, comenta.

José ANTONIO OCAMPO onu
José ANTONIO OCAMPO onu

Recientemente, en Lima, se lanzó el Consenso Latinoamericano 2020 para suplir al liberal Consenso de Washington. Ocampo es uno de sus principales promotores. Fue ministro de Agricultura y Hacienda, y codirector del Banco de la República (Banco Central) en Colombia. Catedrático en la Universidad de Columbia, Nueva York.

El Consenso de Washington, hace 30 años, enrumbó a los países a un giro neoliberal. ¿Qué rescata de este modelo?

Un elemento positivo fue el énfasis en la disciplina macroeconómica; el otro, fue la integración en la economía mundial, aunque con un sesgo, en el caso latinoamericano, hacia productos básicos.

Usted, junto a un grupo de personalidades, lanzaron un Consenso Latinoamericano para suplir el de Washington. ¿Cuáles son las líneas directrices?

Lo resumo en torno a cinco grandes temas: el primero, hay que poner en el centro del desarrollo latinoamericano a la equidad y con ello las políticas sociales necesarias para romper las inmensas desigualdades, que son las principales debilidades de América Latina. Segundo, poner en marcha políticas de desarrollo productivo más activas, revirtiendo la tendencia de abandonar, tener políticas productivas y con un gran énfasis en ciencia y tecnología (CyT); es decir, de investigación y desarrollo, donde Latinoamérica tiene que desatrasarse en los bajísimos niveles de inversión en CyT.

¿Cuáles son los demás?

Tercero, continuar con la disciplina macroeconómica, pero poner en marcha políticas que nos preparen para manejar las crisis, porque la tendencia a tener fuertes ciclos económicos se agudizó en América Latina. Cuarto, respeto firme a los acuerdos internacionales, entre ellos los ambientales de cambio climático y de biodiversidad; y un impulso a la integración latinoamericana que esté despolitizada. La integración tiene que ser un compromiso de gobiernos de izquierda y de derecha. De todos y no estar sujeto a visiones políticas. Y, por último, postulamos un firme respeto a la democracia como nuestro sistema político; por tanto, la reversión de tendencias autoritarias.

¿Un consenso que no solo mira lo económico, y busca dar impulso a lo social, político, cultural, entre otros?

El Consenso de Washington era muy limitado a los temas económicos y más de tratar los temas sociales como marginales. Nosotros los ponemos en el centro de la agenda.

En el caso de la exportación de diferentes productos primarios, se estuvo exportando como siempre se dice piedras, sin valor agregado. Eso fue para los países latinoamericanos una complicación porque no permitió diversificar sus economías y no tener otros motores que sustenten el crecimiento.

Nuestra visión es más o menos en ese sentido. Aunque no todo fueron piedras, por ejemplo, uno puede decir que la exportación de soya y maíz de Brasil y Argentina tenían contenido tecnológico, la exportación de verduras y frutas de Chile y Perú. Hubo elementos positivos. Tal vez el elemento negativo más importante fue el proceso de desindustrialización que tuvo lugar simultáneamente con el auge de productos básicos.

Usted ha señalado algo clave, la diversificación. Esto nos permitiría salir de la informalidad que, en estos tiempos de pandemia, en el caso peruano y de otros países latinoamericanos, la gente salió informalmente a trabajar, a buscarse el sustento para sobrevivir. Pero más allá de eso, lo estructural es que tenemos economías mayormente informales. ¿Cómo cambiar esto?

Ese es uno de los temas sociales más importantes de esta crisis, donde el impacto sobre el empleo ha sido dramático y una de las grandes tareas hacia adelante es revertir ese tipo de empleo, pero además se hizo evidente que la informalidad genera costos sociales inmensos en los hogares y por lo tanto tiene que haber un plan de largo plazo para ir formalizando el empleo.

¿Cómo ayudaría el Consenso Latinoamericano post-Covid-19?

Planteamos una agenda de reactivación y desarrollo futuro. La severidad de la recesión es un punto de partida de nuestro análisis, pero también el reconocimiento de que aparte de la recesión venimos de un periodo de lento crecimiento. Perú es parcialmente la excepción. El crecimiento antes de la crisis ya era muy bajo en América Latina, que en promedio era de 2% anual en el último lustro, que es el peor quinquenio después de la Segunda Guerra Mundial.

¿Cuál será el papel del Estado en este Consenso?

A diferencia del Consenso de Washington, este es un modelo en el cual contamos con un Estado más activo en materia social, y también en materia de desarrollo productivo, de investigación y desarrollo, más cuidadoso para evitar crisis económicas, más activo en materia ambiental y en promoción de la integración y más democrático.

El modelo neoliberal que impulsó el Consenso de Washington implicó no solo privatización sino también flexibilización laboral que llevó luego a empleos informales, sin derechos, precarios. ¿Cómo revertir este tema?

Hay una mezcla de dos temas. Necesitamos una política de desarrollo productivo que logre generar empleo de mayor calidad, pero además en la parte social hay que hacer una tarea muy enfocada en cómo formalizar el empleo y cómo capacitar a los trabajadores. Esta crisis hizo más evidente que debemos tener a trabajadores más capacitados, capaces de cambiar de un oficio a otro, porque con las tecnologías de información vamos a ver cambios importantes en toda la estructura del empleo.

Yo quiero insistir en esta necesidad de diversificar la producción para salir de la situación en la que nos encontramos, y la palabra que usted señaló es reactivación de la economía post Covid. ¿Por qué debe ser uno de los pilares en el desarrollo de los países?

Porque sin una reactivación vamos a tener un deterioro más permanente de la situación del empleo, y con eso vamos a afectar en particular a los trabajadores más informales que son los que ya han sido golpeados por la crisis. Entonces reactivar la economía es absolutamente esencial.

Sí, pero como usted ya lo había indicado, con diversificación de la producción…

Exactamente. Es impulsar nuevos sectores productivos y nuevos sectores que tengan además elementos de innovación de ciencia y tecnología. Es decir, mayor contenido tecnológico para generar un ritmo de crecimiento más rápido. No podemos volver a los ritmos de crecimiento lentos que tenía América Latina antes de la crisis.

En esta reactivación es importante, no solo la participación de los hombres, y hemos visto las brechas entre hombres y mujeres. Un nuevo consenso debe tomar en cuenta la economía del cuidado de las mujeres. ¿Qué implica esto?

Nosotros hacemos una mención específica de los temas de equidad de género, y sin duda, la economía del cuidado, es un tema crítico para la equidad de género. Entonces cómo se va manejar el tema del cuidado, aunque no tratamos específicamente en el consenso, digamos, la pregunta es cuánto logramos que la actividad de cuidado pueda ir absorviendo por fuera de los hogares para permitir incluso que las mujeres se integren más al mercado de trabajo, incluso hacer tareas de cuiadado pero como trabajadoras.

En momentos, donde Estados Unidos quiere tener mayor presencia geoestratégica y ganarle a China, ¿Qué tipo de política de integración se requiere en nuestros países? (No debía ser política) (no hay que politizar la integración).

En el tema de la relación con economías del resto del mundo somos imparciales a la guerra entre EEUU y China. Tenemos que comerciar con EEUU y China y con Europa y el resto del mundo. Cuando hablamos de integración hablamos de nuestra propia integración económica. Los procesos de integración han tenido sus momentos de gloria, su periodo positivo, pero se han debilitado enormemente y hay que darle un fuerte impulso hacia adelante, nuevamente despolitizados. Tenemos en mente el modelo de la Unión Europea donde los países siguen participando activamente de los beneficios de la unión con gobiernos de derecha o de izquierda. Hay tendencia a salirse de los procesos porque uno cambia de gobierno de derecha a izquierda o de izquierda a derecha.

Lo que se trata es, entonces, de no politizar la integración. Va por allí…

Exactamente despolitizar la integración. Dicho sea de paso, hay un tema muy problemático, a juicio personal es tema del BID, se politizó la elección del presidente del BID y es un hecho lamentable para la institución.

A propósito de eso, el 12 se eligió al nuevo presidente del BID. Excancilleres, y expresidentes latinoamericanos han presentado previamente su voz de protesta debido a que se viola un acuerdo político y además una costumbre consuetudinaria de que el presidente del BID tiene que ser un latinoamericano. ¿Habría alguna intención estadounidense de copar y tener hegemonía también en un importante brazo financiero para Latinoamérica?

Yo soy uno de los que ha firmado esa declaración entonces afirmo categóricamente que el presidente del BID tenía y tiene que ser un latinoamericano o un caribeño. O una latinoamericana o una caribeña. Esa ha sido la costumbre consuetudinaria como se ha dicho también por parte de varios analistas, una práctica de más de 60 años se convierte en norma, por lo tanto, es absolutamente lamentable que se haya promoviendo la división entre los países latinoamericanos para esta decisión.

Volviendo al tema del Consenso latinoamericano, usted fue secretario ejecutivo de Cepal, ¿Cree usted que el consenso propuesto converge con los lineamientos de Cepal en muchos puntos?

En muchos puntos, pero puede haber muchos que no están en los lineamientos de CEPAL. Yo creo que en general los puntos de vista convergen también con puntos de vista que antes pensaban el Banco Mundial y el BID, no es una “Cepalina”, para decirlo de alguna manera.

Debemos tener una política independiente de China, Estados Unidos, Europa. Tenemos que tener una visión propia y nuestro modelo de integración para hacer frente a estos apetitos geopolíticos que vienen del norte...

Tenemos que, a nivel internacional, trabajar con todos, con China, Estados Unidos, Europa. No tenemos porqué entrar en una confrontación que no nos corresponde.

El consenso latinoamericano se lanzó en Lima, ¿qué otras actividades se harán para adherir a más personas, instituciones, entre otros? ¿Se lanzará en otros países?

Nosotros hemos tenido varias reuniones. Estrictamente, como esto fue una iniciativa de economistas españoles, se publicó por eso por la Universidad de Salamanca, y ya hemos realizado varios eventos hasta ahora, con Chile, Colombia, con Perú. Estamos buscando como seguir divulgando esta idea.

El expresidente colombiano, Juan Manuel Santos, respecto a un nuevo consenso latinoamericano señala que se requiere de un modelo más inclusivo, más equitativo, más sostenible ambientalmente y donde se tenga en cuenta las verdaderas necesidades y demandas de la gente y no simplemente cuánta riqueza se está acumulando. ¿En ese sentido tenemos una oportunidad de redefinir qué entendemos como progreso en nuestros países?

Sí, me parece que es una apreciación correcta del presidente.

¿Cómo y por dónde debe estar esta redefinición?

Creo que es un tema que entra a la agenda país por país, el consenso está firmado por economistas de muchos países. Nosotros esperamos que vaya entrando en la agenda de los distintos países y por lo tanto debe ser adoptado a nivel nacional.

Uno de los temas de los cinco puntos con los que ha resumido el Consenso latinoamericano habla de avanzar en materia social, porque se habla de desigualdad y es uno de los principales problemas de América Latina, que tiene que ver con el empleo, y la necesidad de formalizar el empleo. ¿Esto sería la viga principal que sostiene este modelo?

Diría que la reducción de la desigualdad y el avance social debe ser el objetivo básico, pero eso se necesitan las otras cosas. Si no hay desarrollo productivo dinámico no podrá haber empleo de calidad. Si tenemos economías que siguen siendo muy inestables tampoco vamos a tener retrocesos irregulares. Los otros elementos del consenso son también absolutamente esenciales.

En el caso de la educación, hay obviamente, brechas educativas abismales entre países y esto no nos permite llegar en buenas condiciones para el desarrollo. ¿Qué apunta el Consenso Latinoamericano 2020 en este sentido que se interiorice y se pueda aplicar?

La educación juega un papel absolutamente esencial porque una buena educación es el principal mecanismo para el ascenso social de sectores que han estado o vienen de niveles bajos. Entonces, la necesidad de una política educativa ambiciosa en cantidad y calidad que se vaya extendiendo y que beneficie a los hogares más pobres, es un elemento absolutamente esencial de una estrategia orientada a la equidad y al desarrollo porque mientras más educada es una población más oportunidades de desarrollo económico tendría.

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Rumi Cevallos. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.