Congreso: es urgente no hacer nada
Y darse cuenta de que, ahora, más ayuda el que no estorba.
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A veces, lo urgente es no hacer nada, suelen decir en Francia, y eso es lo que quizá sería bueno que haga el congreso de la república mientras el coronavirus amenace, aunque no sea lo que pretende.
El nuevo congreso anda más perdido que cuy en tómbola por no encontrar una agenda en este momento, pero lo mejor sería que reconozca que, en este momento de amenaza del coronavirus, y cuando el país requiere un mando unificado que resuelva con prontitud en función de los datos del día previo, no tiene más agenda que estar alerta a las necesidades del Ejecutivo para atender a casi el único tema de la agenda nacional de hoy –el COVID-19–, otorgándole facultades legislativas para, por ejemplo, un paquete urgente de alivio y rescate económico a las familias y las empresas, como ha deslizado ayer el presidente Martín Vizcarra.
El gobierno no requiere muchas leyes en este momento y sí, en cambio, mucha capacidad de gestión para usar, con inteligencia, los recursos fiscales con que sí cuenta.
El congreso no está diseñado para eso, aunque no parezca darse cuenta. Además de convocar a un temerario pleno para este jueves al mediodía, se ha dedicado a lanzar iniciativas equivocadas e inoportunas.
Un interesante reporte de Apoyo Consultoría preparado por María José Gallo precisa que, a una semana de su instalación, el congreso ya presentó seis proyectos sobre el coronavirus agrupados en tres rubros: disposición por los afiliados de los fondos de AFP; prórroga de obligaciones financieras y tributarias; y evitar el alza de precios de productos y servicios básicos.
Agrega que, si bien están bien intencionados, estos proyectos duplican esfuerzos que el gobierno ya está realizando, además de que pueden tener un impacto negativo en la economía por tener una formulación populista.
Mala suerte la de este congreso de corta vida al que el coronavirus se la acortó aún más. Pero cuando la política ha sido liquidada por el COVID-19, y los congresistas no pueden ni reunirse sin violar las normas de prevención del contagio, por lo que debieran evaluar –como todos– soluciones digitales, lo mejor que podrían hacer es recordar el dicho de ‘más ayuda el que no estorba’.
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