Así quedó la tabla de posiciones del grupo A en la Libertadores
Política

Ambición y simpatía

“La simpatía también es vista como una puerta hacia la Presidencia de la República, un sucedáneo temprano de la intención de voto, aunque los dos indicadores no siempre coinciden”.

Ambición y simpatía
Ambición y simpatía

¿Qué significan las simpatías políticas que traen las encuestas? No mucho si observamos la reciente serie histórica de, por ejemplo, Ipsos. Algunos nombres se mantienen simpáticos, pero en un panorama de cifras cambiantes. Es el más claro ejemplo de la proverbial foto instantánea de los sondeos.

En el 2018 todavía era Keiko Fujimori, seguida por Julio Guzmán. El año pasado eran Salvador del Solar y George Forsyth. Este año comienza con Del Solar y Daniel Urresti. Los porcentajes en la cumbre han ido bajando. Ahora el top de la simpatía política es 11%, una bendición muy a medias.

¿De qué trata todo esto? En este caso bajo la simpatía hay una suerte de premio al mérito. Fujimori tumbó a Pedro Pablo Kuczynski y luego mantuvo al Ejecutivo en vilo. Del Solar fue clave en la disolución del Congreso. Urresti (un recién llegado) obtuvo medio millón de votos en las pasadas elecciones, de hecho una marca de simpatía.

Pero la simpatía también es vista como una puerta hacia la Presidencia de la República, un sucedáneo temprano de la intención de voto, aunque los dos indicadores no siempre coinciden. Los criterios para decidir el voto son más complicados, y la simpatía está entre las cosas que se puede perder por el camino.

A pesar de que el 2021 está cerca, el 11% que empata a Del Solar y Urresti no puede ser visto como garantía de que van a compartir esa segunda vuelta. Hay un 78% que no está compuesto de fans. Hay estructuras partidarias nacionales cuyos candidatos tendrán importantes ventajas prácticas. Hay de por medio un año de posible desgaste.

Son varios los factores que mantienen la simpatía en su sitio. Uno es la naturaleza del mensaje, otro la evolución de la imagen. Luego están la eficacia del discurso de los rivales y los acontecimientos que pueden cambiar radicalmente el clima político. Ser congresista siempre es un riesgo.

Todo lo anterior se va a ir materializando en la campaña electoral misma, que siempre trae revelaciones sobre el carácter de un candidato. Son las historias de punteros que se estrellan contra la primera vuelta, y obligan a los seguidores a poner de lado sus simpatías, y a sacar al corazón de la competencia.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.