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Política

El día del perdón empresarial

Un buen ejemplo que otras empresas podrían seguir.

AAR
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Es inusual, pero, por eso mismo, valioso, el pedido de perdón a todos los peruanos realizado por la hoy exempresa Graña y Montero por los delitos cometidos por algunos de los directivos más caracterizados de una de las corporaciones empresariales que mayor prestigio tuvo en el país.

Ello ha ocurrido mediante una campaña publicitaria que incluye un video de tono dramático en el que, sin anunciarse la nueva razón social, se observa el retiro del logotipo de la fachada del edificio institucional y se anuncia que, desde ahora, ya no se llamará Graña y Montero. “Ese nombre ya no nos representa a los más de 17 mil trabajadores que nos quedamos en esta empresa”.

La empresa reconoce los delitos cometidos en el pasado, los cuales son la base del acuerdo de colaboración eficaz que tienen con la fiscalía anticorrupción, y advierte que, aunque sus responsables ya no forman parte de la firma, “los actuales directivos y ejecutivos queremos pedirles disculpas a todos nuestros trabajadores y a todos los peruanos por los daños ocasionados”.

Es probable que ese ofrecimiento genere suspicacia, pero el comportamiento futuro de la empresa demostrará la validez de su promesa de construir “una nueva compañía cuyo cimiento es asegurarnos que lo que pasó jamás vuelva a suceder”.

Ese es el camino seguido por algunas empresas que, como Siemens, fueron muy exitosas en el proceso de reconocer y afrontar las consecuencias de haber protagonizado graves acciones de corrupción a gran escala, para reconvertirse en ejemplos corporativos de transparencia e integridad.

Si la decisión de la ex GyM se replicara en otras empresas, por más compleja y traumática que sería, ayudaría a la recuperación de la imagen de la inversión privada en el Perú, la cual se ha debilitado por las acciones de corrupción en que participaron varias firmas.

Un estudio reciente de la Universidad del Pacífico incluye una encuesta en el sector empresarial peruano que da cuenta del problema. El 98.6% de los encuestados señala que hay empresarios que ofrecen sobornos y el 82% que en su sector ocurre lo mismo.

Lo hecho por la nueva gestión de esta constructora que aún no se sabe su nuevo nombre es un buen ejemplo.

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