El centro-derecha

La expresión centro-derecha, CD, ha venido siendo usada a lo largo de esta campaña (también en esta columna) para tratar de definir cómo piensan algunos de los partidos en competencia. Sirve para acomodarlos sobre el eje izquierda-derecha, y también para describir cómo se ubican frente a algunos aspectos claves de la vida nacional.

La definición en abstracto es limitada, en cuanto no abarca todos los aspectos de la política, y solo se entiende en relación a otras posiciones del espectro. Hay algo en esto que es cuestión de gustos. Es decir que su capacidad explicativa cambia de un país a otro, incluso de un momento a otro. Al final nos quedamos con la idea de una posición que es de derecha, pero no tanto.

En el Perú de estos días CD se puede utilizar, por ejemplo, para personas o partidos dispuestos a seguir en lo esencial (con ánimo de perfeccionar algunos aspectos) la política económica que se mantiene desde los años 90. Esto a pesar de que desde las posiciones de izquierda el neoliberalismo económico es considerado de extrema derecha.

Sin embargo en los últimos tiempos el CD no ha sido definido en el Perú a partir de lo económico, sino por su distancia frente a los opresivos planteamientos de la extrema derecha en temas como la religión, la educación, el derecho reproductivo o la tolerancia sexual, y el papel del Estado en ellos. Son los temas de algunas de las principales polémicas públicas de los últimos años.

Así, entre nosotros el CD se mantiene cerca del liberalismo político, mientras que la extrema derecha lo considera una idea enemiga. Aunque hay CDs más liberales que otros, y algunos llegan a confluir con posiciones de izquierda que han dejado atrás aspectos centrales del marxismo. Quizás por eso es fácil confundir, interesadamente o no, a algunos CDs con la izquierda.

Pero como en su fuero interno nadie es de una sola pieza, uno puede ser de CD liberal en muchos aspectos y a la vez profundamente conservador o radical en otros. O incluso candidatear en un partido de cualquier posición sin tener el menor interés por los grandes temas de la política nacional. El diccionario no trae una definición para estos últimos.