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Política

Crimen sin patria

Investigar las modalidades de los delitos, no la nacionalidad.

Crimen sin patria
Crimen sin patria

El ministro del Interior ha creado una brigada policial especial que combatirá la criminalidad de los extranjeros, especialmente venezolanos. El anuncio lo hizo el titular del sector, Carlos Morán, luego de señalar que han llegado al país miles de migrantes venezolanos con el ánimo de buscar un mejor futuro, pero también han llegado delincuentes, y esos delincuentes extranjeros, esos venezolanos que han ingresado a delinquir, tienen solo dos caminos: irse del país o la cárcel.

Se tienen pocos datos de una decisión aparentemente improvisada. Se trata de un grupo de élite de la Dirección de Investigación Criminal (DIRINCRI) de la PNP y estará formado por investigadores de la División de Homicidios, con el apoyo de unidades de robos y secuestros, al parecer debido a la frecuencia de estos delitos cometidos por venezolanos.

La decisión no tiene un origen claro. El mismo ministro ha reconocido que el delito no tiene un perfil extranjero, dejando entrever que la creación de esta brigada se debe a que los delitos cometidos por venezolanos “han generado conmoción”, una confesión de que se está reaccionando a las sensaciones.

Precisamente en relación con las sensaciones, esta decisión abona a la estigmatización como expresión de la falta de ideas, al abuso contra una población a la que se adjudica el 1,8% de las denuncias de acuerdo a las mismas estadísticas policiales, una comunidad que ya es objeto de otras formas de abuso, especialmente laboral. Como se suponía, esta decisión ya ha dado la vuelta al mundo presentando al Perú, un país que tiene más de 3 millones de compatriotas migrantes, como xenófobo y contrario a sus compromisos internacionales.

En el ámbito de las políticas públicas, no se puede negar que una parte del aumento de determinados delitos se relaciona con la presencia de extranjeros, aunque la misma Policía reconoce que los delitos −como el narcotráfico, extorsión, trata de personas, por ejemplo− implican una estrecha colaboración de delincuentes nacionales y extranjeros. La decisión de la nueva brigada va en sentido contrario y desconoce el trabajo que ya realiza la PNP con sus similares de otro países para atrapar a los delincuentes de aquí y allá.

El problema son las modalidades de delitos y no la nacionalidad, y ahí se ubica el cuello de botella de la Policía. Actualmente se resuelven menos denuncias y casos que en el pasado, de modo que es cierto que aumentan las denuncias pero no la eficacia de las indagaciones. Estrechar la inteligencia para ocuparse de menos del 2% de casos tendrá sus consecuencias.