Entrada gratis al Parque de las Leyendas: ¿cómo acceder?
Fuertes lluvias desde este jueves 28 de marzo
Política

La identidad en campaña

“Las discusiones sobre el racismo y el machismo aparecieron en esta campaña de la peor manera”.

TOLA
TOLA

Resulta muy significativo que, en una campaña electoral tan breve y desangelada como la que estamos viviendo, los temas que han concitado mayor atención y alentado con mayor energía la polémica hayan tenido que ver con las discusiones identitarias más actuales. Sumándonos a una corriente mundial, los peruanos estamos hablando como nunca de racismo y machismo, algo que parecía imposible hacía muy poco.

El racismo entró en campaña por la patética actuación de Mario Bryce que, al final de un debate, le entregó un jabón a Julio Arbizu. Este gesto desató un vendaval de críticas y un rechazo absolutamente mayoritario, por ser parte de una antigua tradición que ha asociado la suciedad con el grado de oscuridad de la piel.

El machismo lo hizo por las declaraciones del presidente del Partido Morado, Julio Guzmán, que durante una entrevista se declaró tolerante con quienes defienden que la familia «hombre-mujer» es la única posible y luego criticó al «feminismo extremista» de izquierda «que dice que todos los hombres son malos», emparentándolo con la extrema derecha que asegura que el enfoque de género produce «homosexualismo». Unas declaraciones que ya eran bastante desafortunadas (¿el feminismo solo es de izquierda? ¿Es extremista combatir una situación de violencia y postergación históricas? ¿Están al mismo nivel el pensamiento que origina esta violencia y el que intenta combatirla?) pero que cobraron una nueva dimensión porque preludiaron el condenable caso de maltrato familiar que llevó a la renuncia de Daniel Mora a su candidatura, justamente, por el Partido Morado.

Es verdad que las discusiones sobre el racismo y el machismo aparecieron en esta campaña de la peor manera. Sin embargo, lo normal es que sea así, que las polémicas importantes se abran como respuesta a intervenciones lamentables, a comportamientos patéticos o a situaciones dramáticas, incluso delincuenciales. La buena noticia es que hechos de esta naturaleza han dejado de pasar desapercibidos, que nuestra sociedad cobra cada vez más conciencia sobre ellos, que es capaz de indignarse y debatirlos, paso indispensable antes de tomar medidas que contribuyan a erradicarlos.

Ojalá este impulso se mantenga luego de las elecciones, cuando el nuevo Congreso esté por fin instalado y esté presente en adelante.

Raúl Tola. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.