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Política

China y el mundo post occidental

“No solo América Latina resultará marginal, la latinidad misma, cuna de Europa, de occidente y de la primera expansión colonial, corre el riesgo de convertirse en un segmento cultural provinciano”.

RONCAGLIOLO
RONCAGLIOLO

Más allá de todo lo acontecido en el 2019, en términos de la accidentada pugna comercial entre China y Estados Unidos, la revuelta de Hong Kong o los problemas de límites entre China y sus vecinos, interesa vislumbrar las tendencias de largo plazo que afectan al mundo en el siglo XXI.

Hace sesenta años, China era un país pobre, comunista, desconocido y exótico, como lo calificaba Francisco Miró Quesada Cantuarias en su controvertido libro de 1959, “La otra mitad del mundo”: un best seller local que hablaba de su viaje por la URSS y China, lugares a los que los peruanos comunes no podían viajar. Por entonces, de China solo nos llegaban retazos de noticias sueltas, “Pekín Informa” y una antigua y brumosa historia imperial que incluía los míticos relatos de Marco Polo. La película “China se avecina”, por la que Marco Bellocchio fue premiado en el Festival de Venecia, en 1967, a sus 26 años de edad, fue una verdadera sorpresa para el propio público europeo.

Años después, China empezó a cambiar. Desde 1980, es el país con el mayor crecimiento económico del mundo, con un aumento que, en sus picos, ha llegado al 10 % anual. Al día de hoy, el HSBC ha calculado que los jóvenes chinos tienen el doble de probabilidades de poseer una casa propia (70 %) que sus coetáneos de los EEUU (35 %).

Según el FMI, China ha superado a los Estados Unidos, desde el 2014, en términos de paridad de poder de compra (PPP). Los Estados Unidos continuarán siendo la mayor potencia militar. Pero China se presenta, ¡qué paradoja!, como heredera y abanderada del libre comercio internacional.

China no viene sola. El European Union Institute for Security Studies pronostica que las principales economías del mundo, en el 2030, ¡a la vuelta de la esquina!, serán China (23,8 % del Producto Bruto Mundial), EEUU (17,3 %), la UE (14.3 %) India (10.4 %) y Japón (3.5 %). Y para Price Waterhouse, en el 2050, Indonesia habrá desplazado a Japón pasando a ser la cuarta economía del mundo. En suma, un club de países asiáticos con inmensas extensiones territoriales y grandes poblaciones, en el que EEUU quedará como el único socio occidental.

No solo América Latina resultará marginal, la latinidad misma, cuna de Europa, de occidente y de la primera expansión colonial, corre el riesgo de convertirse en un segmento cultural provinciano, al lado de estas potencias económicas que serán también potencias tecnológicas y culturales. ¡Qué duda cabe!

En estas circunstancias, los países de América Latina están llamados a practicar un nuevo tipo de no alineamiento activo, no agresivo, destinado a fortalecer y beneficiarse de todas sus relaciones. Para ello deberán actuar en conjunto, superando rivalidades que hasta hoy mismo caracterizan a sus relaciones con las potencias hegemónicas.

Colofón anecdótico: en la época de la guerra fría circulaba un cuento, que decía que los norteamericanos optimistas estaban estudiando ruso, mientras que los pesimistas aprendían chino. Hoy, los chinos siguen tomado sus clases de inglés y cada vez más gente estudia chino mandarín, incluso entre nosotros.

Rafael Roncagliolo. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.