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Política

El fin de año en Palacio

“Los engranajes de la anticorrupción avanzan a toda máquina, ocupando largamente el espacio de la actividad política más convencional”.

MIRKO
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Martín Vizcarra ha empezado a padecer una enérgica campaña de acusaciones y titulares. Esto se sumará a otros factores de desgaste, para producir una nueva caída en las encuestas de fin de año. Probablemente seguirá siendo una cifra competitiva, en torno del 50%. El problema puede estar en el riesgo de salir a buscar alguna medida que revierta la tendencia descendente.

¿Quién recoge los puntos de Vizcarra que van quedando regados por el camino? Si la encuesta sobre las próximas elecciones es una medida, una parte del entusiasmo que favoreció a Vizcarra en octubre no se ha trasladado hacia sus enemigos, sino a una suerte de indiferencia activa frente a todo el proceso político, elecciones de enero incluidas.

Si alguien temía que la alta aprobación de Vizcarra lo haría sucumbir a una tentación populista radical, ese peligro no parece estar en el menú. El gobierno parece más bien interesado en mantener una continuidad sin sobresaltos, y tiene buenas razones para ello. El tiempo que le queda no se presta para grandes proyectos de cambio.

Si bien a Vizcarra no lo cubre nada parecido a un teflón, su ubicación en la escena nacional algo lo protege. Sus enemigos políticos declarados están todos mucho peor que él. El haber heredado las simpatías del antifujimorismo le da una suerte de coraza, que incluye una neutralidad de la izquierda, activos políticos que serán de larga duración.

La elección de enero tendrá un componente plebiscitario, aunque tal vez haya que tomar lápiz y papel para dilucidarlo. Si los sectores más afines a Vizcarra salen bien parados, le representará un oxígeno adicional al que ya tiene. Sin embargo habrá que ver luego cuántas campañas para el 2021 optarán por mantenerse cerca de un gobierno de salida.

Mientras tanto, ¿estamos entrando a una calma de fin de año? No tanto. Los engranajes de la anticorrupción avanzan a toda máquina, ocupando largamente el espacio de la actividad política más convencional. La reapertura de casos moqueguanos ya archivados es parte de ese impulso, como lo es también la exhibición del prontuario de muchos candidatos.

Es muy poco probable que a la derecha Papa Noel le traiga un resbalón en forma de Vizcarra en este cambio de año. Pero a Vizcarra tampoco le va a traer mejores cifras de aprobación.

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