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Política

El muy duro oficio de ser candidato

Ese secreto que tienes conmigo nadie lo sabrá...

AAR
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Si algo muy positivo están teniendo las revelaciones sobre aportes de dinero a las campañas electorales en el Perú, es que están permitiendo conocer mucho mejor la manera como varios políticos financian no solo su actividad partidaria sino, también, sus gastos personales y su vida privada.

Un grupo de empresarios está declarando en estos días a la fiscalía sobre sus aportes a campañas electorales. En el caso de Keiko Fujimori –quien no fue la única financiada, pero sí la tratada con más cariño–, hasta el cierre de esta columna se conoce que en el 2011 Credicorp le dio US$3.65 millones y el Grupo Gloria US$200 mil. Ojalá que el resto de inversionistas sigan haciendo más revelaciones para acercarnos a la verdad.

Lo que salta a la vista es que, en algunos casos, los aportes habrían sido tan pero tan generosos que podrían no haberse usado en su integridad en la campaña, y que habrían dejado saldos que terminaron en el bolsillo privado.

En ese sentido, el ex procurador César Azabache ha planteado que estas donaciones de campaña pueden servir para amasar fortunas personales.

El mecanismo es el siguiente: alguien le da dinero a un candidato con la mayor reserva y la condición de que nunca se sepa su identidad; el dinero se entrega en efectivo sin bancarizar ni registro, a una sola persona; el resto de miembros del partido no sabe de cuánto fue la ‘donación’; y después, en el camino al partido, se hace una escala en la casa privada, donde se deja parte de lo recibido para financiar esos gustitos que uno siempre quiere darse y que se justifican con el gran esfuerzo que significa una campaña.

Se escucha con frecuencia de políticos que hacen eso, y que viven muy bien, tan bien que nadie se explica cómo lo hacen y cuál es su secreto, y a quienes no les da mucha pena perder la elección, porque el ‘donante’ nunca le pide que le devuelvan su ‘inversión’.

Es por eso que los políticos son tan reacios a la transparencia en el financiamiento de sus campañas, y les encanta ‘Ese secreto’, el gran vals de Félix Pasache que dice: “Este secreto que tienes conmigo nadie lo sabrá, este secreto quedará escondido una eternidad, yo te aseguro nunca diré nada de lo que pasó, y no te preocupes, que todo lo nuestro queda entre tú y yo”.

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