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Política

Nuevo y mejor, sí hay cómo

“Con Fuerza Popular disminuida no mejorará automáticamente la calidad del Congreso, pero se abrirán nuevas oportunidades para la ecuanimidad”.

Mirko Lauer
Mirko Lauer

El desafío está sobre la mesa. El casi 80% de los ciudadanos que en las encuestas reclamaron la disolución del Congreso ahora debe producir con su voto uno mejor. No es una tarea fácil. Pedir la disolución fue un impulso unificador, aunque cada uno quisiera disolverlo por sus propias razones. En cambio elegir un Congreso es una tarea que por definición divide.

Lo que en apariencia facilitará algo las cosas es que los partidos que fueron la causa eficiente de la disolución están volviendo a candidatear. Con lo cual en la teoría para ese 80% disolvedor quedará claro por quiénes no votar. Con Fuerza Popular disminuida no mejorará automáticamente la calidad del Congreso, pero se abrirán nuevas oportunidades para la ecuanimidad.

El elemento decisivo para el descrédito terminal del Congreso elegido en el 2016 fue la mayoría absoluta de un bloque opositor, y la guerra de poderes que eso propició. Es casi seguro que en enero nadie, opositores, oficialistas o independientes, alcanzará una mayoría así, lo cual ya de por sí será un paso adelante, que obligará a las racionalidades de la negociación.

Pero la gigantesca mayoría de FP y sus aliados no fue todo el problema. Otros partidos, apabullados por ella desde el inicio, decidieron pasarse la vida mirando las cosas desde el balcón. El caso más notorio fue Alianza para el progreso, que recién en los minutos finales de la disolución se curó en salud tomando distancia de FP.

En lo esencial se va a elegir entre los mismos partidos, con un predominio de personas nuevas, y probablemente una pequeña cuota de figuras recién disueltas. Lo cual en cierto modo complica la tarea de votar en dirección de un mejor Congreso, e incluso en dirección de la idea de un Congreso totalmente diferente del anterior.

Lo ideal sería, entonces, que la campaña logre decantar un bloque de partidos capaz de garantizar un mínimo de novedad y calidad. Es probable que a la hora de votar por personas específicas haya que priorizar uno de los dos factores. No todos lo nuevos van a ser buenos, y viceversa. En esto la información de las campañas y la cabeza fría van a ser decisivas.

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