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Política

Un mes después del golpe

“Cuarenta días después de las medidas de Vizcarra, el JNE seguirá el procedimiento establecido en la Constitución y aprobará el padrón electoral para las elecciones del 2020”.

Marco Sifuentes
Marco Sifuentes

A inicios de mayo de 1992, un mes después del golpe de Fujimori, el primer vicepresidente Máximo San Román dio un multitudinario mitin que desbordó la plaza Dos de Mayo. Durante todo el mes anterior, distintas manifestaciones ciudadanas se convocaban al grito de “¡San Román, presidente!”.

A inicios de noviembre del 2019, un mes después del “golpe” de Vizcarra, la vicepresidenta Mercedes Aráoz no se anima ni a salir a la esquina. Los tuits que la felicitaban por convertirse en la primera presidenta del Perú fueron pasto de memes que caducaron muy pronto.

A pesar de lo que dice la leyenda urbana creada desde el SIN, el archivo periodístico es muy claro: el apoyo al 5 de abril no fue unánime, ni de lejos. Una encuesta presentada por Alfredo Torres de Apoyo, dos días después del golpe, indicaba que nada menos que la tercera parte de la población peruana (33%) consideraba “dictatorial” el régimen de Fujimori. Y una quinta parte (21%) consideraba que la disolución del Congreso era inconstitucional.

A pesar de lo que dice la leyenda urbana incentivada por los opinólogos que las televisoras insisten en invitar, la evaluación ciudadana de las medidas del 30 de setiembre es muy distinta. Una encuesta presentada por Alfredo Torres de Ipsos, dos semanas después del cierre del Congreso, indicaba que ni siquiera la décima parte (9%) consideraba “dictatorial” el gobierno de Vizcarra. Y solo un poco más (10%) consideraba que el cierre del Congreso era inconstitucional.

Cuarenta y tres días después del golpe de Fujimori, el dictador se presentó en Bahamas, en una reunión de cancilleres de la OEA, a leer un discurso justificatorio. Ese día, finalmente, tuvo que retroceder en sus pretensiones de gobernar sin Legislativo –había planteado un plebiscito para legitimarse– y llamó a elecciones para un Congreso constituyente. Tanto Acción Popular como el Apra se negaron a participar en la legitimación de un dictador. Una actitud digna, histórica.

Cuarenta días después de las medidas de Vizcarra, el JNE seguirá el procedimiento establecido en la Constitución surgida de aquel Congreso del 93 y aprobará el padrón electoral para las elecciones de enero del 2020. Ese día, finalmente, se elegirá a unos congresistas que completarán el periodo de los disueltos. Tanto Fuerza Popular como el Apra ya lanzaron candidatos para unos comicios convocados por lo que ellos han llamado un régimen dictatorial. Un manotazo angurriento, patético.

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