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Política

Daniel Parodi: “La alianza del APRA con el fujimorismo es de la cúpula, y no de las bases”

Entrevista al historiador. Docente en la Universidad de Lima y en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Sensación. Por los acontecimientos vividos en los últimos meses, Parodi considera que los peruanos son más conscientes de la necesidad de elegir mejor. (Foto: J. Cerdán)
Sensación. Por los acontecimientos vividos en los últimos meses, Parodi considera que los peruanos son más conscientes de la necesidad de elegir mejor. (Foto: J. Cerdán)

Daniel Parodi es historiador y, durante seis años (2011-2017), fue militante del APRA. En la siguiente entrevista comenta sobre la complicada realidad del partido, que participará en las elecciones legislativas de enero. Además, ofrece sus impresiones sobre la marcha del gobierno del presidente de la República, Martín Vizcarra.

¿Cómo ve al APRA?

Es una situación muy difícil. Ha sido descuidado por décadas. Eso lo entendí cuando milité entre el 2011 y el 2017. Ahora se impuso la línea ‘alanista’, representada por Elías Rodríguez y Mauricio Mulder…

En la otra lista iba Ricardo Pinedo, exsecretario de García.

Pero también iba Carlos Roca. Yo pensaba que el triunfo de Rodríguez y Mulder iba a ser mucho más holgado. Ahora están en la disyuntiva de pasar o no la valla y es complicado porque el APRA no le ha propuesto nada al país en los últimos años. Básicamente ha adoptado posturas muy cercanas al fujimorismo, en contra de la reforma política, judicial, o blindando a personajes dudosos…

¿Por qué dice que el partido ha estado abandonado?

Haya de la Torre lo tuvo funcionando como un reloj, no solo para las elecciones. El esquema de Alan García, que he podido entender desde dentro, era ver al APRA como una maquinaria que se activaba solo en periodos electorales. Eso explica el debilitamiento de la organización. El APRA tenía un millón de afiliados, hoy no se sabe cuántos son…

Van a tener que sincerarse.

Así es. También es cierto que el APRA tiene cosas a favor, a pesar de que sus principales líderes han adoptado posturas en contra del sentido común nacional e, incluso, de la militancia. Hay bases, militantes. Hay un punto de partida desde donde relanzar el proyecto, lo que no hay es ni la vocación ni la decisión de la cúpula actual.

¿El APRA debe aferrarse a la memoria de García?

Desde mi postura, no, porque las sospechas que pesan en su contra son muy grandes. Buena parte del país asocia su figura con la corrupción, y aferrarse a él implica que se asocie al partido con la corrupción. Al mismo tiempo, hay que comprender que para la militancia es muy importante que haya llevado al APRA dos veces al poder. Luego de Haya, García fue el líder, malo o bueno.

Y las circunstancias de su desaparición elevaron el vínculo emocional con los militantes.

Exacto, la respuesta emocional de apego era lo esperable.

¿Por qué el APRA se acercó al fujimorismo?

Yo critiqué eso desde el inicio. De hecho, es la principal razón de mi renuncia al partido. Ahora, la alianza con el fujimorismo es una alianza de la cúpula, inconsulta con las bases. No pretendo decir que estas sean completamente contrarias, aunque lo cierto es que la célula parlamentaria ha actuado por cuenta propia.

¿Pero por qué la alianza?

Da la impresión de que, al acercarse al fujimorismo, defendían ciertos intereses que podían verse amenazados por los fiscales y las investigaciones contra la corrupción. Es la sensación que me quedó.

Parte de esa cúpula a la que usted se refiere intentará llegar de nuevo al Congreso.

Por ejemplo, Mulder postula porque si el APRA no pasa la valla electoral su cabeza será la primera en caer. La militancia no va a perdonar que se pierda la inscripción, por eso se lanza, para salvar su propio liderazgo.

Se apuesta por personas que puedan dar votos, como Mijael Garrido Lecca.

Que, parece, es un buen jale al nivel de votos. En otros tiempos, el APRA se manejaba en el nivel de la ideología, tenía intelectuales, planteaba la justicia social. El discurso de Haya en la Constituyente es una pieza republicana en estado puro. Se le ve ahora al APRA en un plan electorero, de jalar gente para sacar más votos…

¿Sin importar el contenido?

Sin importar el contenido, sin una propuesta para el país. Y no sé si la gente, de pronto, ya esté empezando a superar ese tipo de política, con los acontecimientos ocurridos en el Perú.

¿Cuáles acontecimientos?

Las reformas de Vizcarra, la lucha anticorrupción de los fiscales. No sé si posturas vacías de contenido puedan tener cabida. Hoy la gente está esperando gestión y honestidad.

¿Qué piensa del presidente Vizcarra?

Lo primero que debo decir es que la disolución del Congreso es la primera disolución que se hace en favor de la democracia. Es decir, todas las anteriores suponían la interrupción de la democracia y el interés de una persona de mantenerse en el poder. Esta vez, es un escenario excepcional, inédito.

¿Es suficiente haber disuelto el Congreso para evaluar una gestión? El gobierno acaba de presentar su política de gobierno. Habrá que ver su nivel de ejecución.

Los críticos de Vizcarra suelen atacarlo diciendo que no ha hecho obra, que no se ha ocupado de lo social, eso desde una mirada muy clientelista, en la que el presidente va hasta donde estás y construye el puente.

¿Qué le reconoce a Vizcarra?

Haber sentado las condiciones para reformar la política y la justicia y que vayamos a cambiar al Congreso por uno, espero, más encaminado en una línea reformista. Eso ya es un legado muy grande para el Perú. Darle al presidente que venga en el 2021 condiciones mucho más institucionales para trabajar deja a Vizcarra como alguien que ha hecho obra.

¿El que venga será un mejor Congreso?

Creo, el electorado está más consciente de la necesidad de elegir a buenos representantes. Ese es un punto a favor. Espero que la lucha contra la corrupción y en pro de la institucionalidad haya hecho cambiar un poco las expectativas y parámetros a través de los cuales la gente vota. El tema va a ser…

¿La oferta?

La oferta electoral, sí.

Profesión; periodista. Doctor por la Universidad de Salamanca (Instituto de Iberoamérica).