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Política

Habla Nava

Las revelaciones del antiguo e íntimo secretario de Alan García.

EDITORIAL
EDITORIAL

El exsecretario de la Presidencia de la República durante los gobiernos de Alan García, y exministro, Luis Nava, ha revelado a los fiscales del Equipo Especial Lava Jato que el entonces directivo de Odebrecht, Jorge Barata, le entregó dinero al expresidente desde el 2006 hacia adelante.

Nava, secretario y hombre de confianza de García por más de 30 años, y en algún momento su apoderado y abogado, ha confesado que el exrepresentante de la empresa brasileña se reunió con el expresidente “entre cinco a seis veces en el local de campaña del Partido Aprista”, en Miraflores, entre abril y mayo del 2006. Agregó que en cada reunión Barata llevaba una lonchera que contenía las entregas a García en montos de 60 mil dólares, cada una; y que los siguientes desembolsos se realizaron en Palacio de Gobierno hasta por un total de 680 mil dólares.

El exsecretario ha sazonado sus revelaciones con datos íntimos sobre García y ha expuesto una muy cercana amistad entre este y el representante de Odebrecht en el Perú. Para efectos de la investigación, y salvo lo referido a tres entregas de dinero que ha reconocido Barata, se trata de una tercera versión sobre dinero para el Apra y a su cúpula, si se consideran los testimonios del mismo Barata y de Miguel Atala. En tal sentido, se espera que los datos aportados por el exsecretario sean corroborados y documentados.

Los datos suministrados también revelan zonas grises de la actividad de García que iban a contrapelo de sus juramentos de austeridad. Es igualmente cierto que el informante arrastra una investigación fiscal sobre sus relaciones ilegales con Odebrecht, negadas primero por él, pero aceptadas por su hijo. De este cuadro se desprende en cualquier caso una trama de relaciones indebidas cruzadas, mezcladas y convergentes entre altos funcionarios públicos que deberían haber observado una conducta acorde con sus responsabilidades.

Por lo mismo, con los datos a la mano, aparece en toda su desnudez el rostro de la impunidad, que a toda máquina protegió a García, a pesar de las evidencias que gradualmente aparecieron en su contra, entre ellas sus dudosas conferencias, los cambios contractuales de obras de inversión, su inclusión en la agenda de Marcelo Odebrecht y el financiamiento electoral del Apra. En uno de sus actos más escandalosos, la mayoría fujiaprista del Congreso exculpó a García en la Comisión Lava Jato, con los mismos argumentos de la Procuraduría Anticorrupción, el año 2017: nada que investigar. Ahora se demuestra, con la misma fuerza de antes, que hay mucho por investigar.