Dos candidatas al 2020

Mientras que algunos se aferran a la Comisión de Venecia o a intentar manipular la decisión que finalmente emita el Tribunal Constitucional, la cosa se empieza a calentar para otros que buscan una breve pero significativa incursión en la política a través de las elecciones congresales del próximo año.

Después del evidente fracaso y división del fujimorismo entre los que acaban de dejar este Congreso, muchos tienen una mirada expectante en las agrupaciones de izquierda que hoy buscan recomponerse. Lo cierto es que, según la última encuesta de Pulso Perú, Verónika Mendoza se encuentra en un interesante empate por el tercer lugar en el rubro de simpatías políticas, mientras que, en el cuadro de intención de voto, Mendoza está en cuarto lugar, justo un puesto por encima de Keiko Fujimori.

Otras candidaturas que sobresalen serían las de Salvador del Solar y Julio Guzmán, aunque con una gran diferencia: ninguno cuenta con el apoyo de organizaciones sociales politizadas. Pese a todo, varias candidaturas sí cuentan con algo de lo que Mendoza carece: la codiciada inscripción electoral. En ese contexto, Juntos Por el Perú, Perú Libre y otras organizaciones, sin ser tan populares –sobre todo entre los limeños–, han entablado un diálogo en torno a su candidatura para facilitar la inscripción y aliviar la premura de las elecciones que están ya a la vuelta de la esquina.

Sin embargo, ninguna de estas agrupaciones ha postulado con éxito y sus símbolos son prácticamente desconocidos. Dicho esto, y estando en una coyuntura de especulaciones, dos voladas resultan particularmente interesantes: La primera, que Verónika Mendoza postule a como cabeza (número 1) de una lista congresal para este 2020 y la segunda, desde el espectro político opuesto, que Keiko Fujimori postule liderando su lista, también para este corto período.

Está claro que las motivaciones detrás de ambas posibilidades son diametralmente opuestas. Mientras que Mendoza postularía para recobrar vigencia, dar a conocer un eventual nuevo símbolo para su postulación generando el efecto “arrastre” para con el resto de candidatos de izquierda y calentar motores hacia las presidenciales del 2021, Keiko Fujimori postularía para intentar evitar la ejecución de una futura sentencia, amparándose en el viejo recurso de la inmunidad.

Las cosas se ponen tremendas y las esperanzas de muchos peruanos están en juego. Recordemos que por algo estamos a puertas de cerrar este 2019 como el “Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”.