Paola Ugaz en el árbol de la yunza
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La periodista Paola Ugaz está sufriendo uno de los atropellos más frecuentes contra la prensa: el uso del sistema judicial como pata de cabra para amedrentar el derecho a la libertad de expresión y el ejercicio libre del oficio.
En ese esfuerzo se ha matriculado Fuerza Popular, el partido político que más ha atacado a la prensa, y que tiene nexos sólidos con el Sodalicio de Vida Cristiana, el grupo religioso que mejor expresa lo peor del conservadurismo local, y que tiene emprendimientos comerciales de naturaleza dudosa.
Lo que no es dudoso es la andanada judicial lanzada contra la periodista. La más reciente es la querella por supuesto delito de difamación agravada planteada por el director del blog laabeja.pe, un asesor técnico de FP que se cree víctima por los artículos de Ugaz, cuando él es quien tiene un estilo procaz como patrón regular.
Ese no es el único uso de la justicia para deteriorar a la libertad de expresión que realiza FP. Un asesor de esa bancada ha lanzado otra denuncia contra Ugaz por falso testimonio, lo que ha dado lugar a que se investigue a la fiscal que la ordenó por emplear argumentos que son verdaderas paparruchadas.
Un asesor de la misma bancada ha planteado que se investigue a Ugaz en relación con sus viajes al exterior, incluso antes de trabajar por un tiempo en el municipio de Lima, buscando vincularla de modo forzado al caso lava jato. Y para dejar en evidencia de dónde viene el cargamontón, el congresista de FP Federico Pariona señaló ayer que “a Paola Ugaz la tratan con justicia más suave”.
Pero el marco mayor de esta andanada son las demandas del obispo de Piura, José Antonio Eguren, vinculado al Sodalicio, que dan la clave de lo que está ocurriendo, lo cual tiene que ver con las investigaciones que ha hecho Ugaz, junto con Pedro Salinas, sobre los acosos psicológicos, físicos y sexuales de integrantes del Sodalicio, así como la que ella publicará a fin de año sobre las finanzas y negocios de este grupo no tan religioso como quiere parecer, un asunto oscuro en el que coinciden varios miembros de FP.
Se debe rechazar la pretensión de este combo político-religioso entre Fuerza Popular y el Sodalicio para mellar la libertad de expresión en el Perú.
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