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Política

Repartija 2.0: el Congreso va por el TC

El interés del fujiaprismo por nuevos magistrados.

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El súbito interés del congreso por elegir a seis de los siete integrantes del Tribunal Constitucional (TC) cuyo mandato de cinco años ha vencido, parece guiado por el intento del fujiaprismo por capturarlo por las decisiones que debe tomar en el futuro cercano.

El proceso iba con pies de plomo, especialmente por la dificultad de conseguir los 87 votos necesarios para designar a cada magistrado, pero la comisión del congreso encargada de la selección ha acelerado su trabajo en estos días, lo que ha despertado sospechas por la coincidencia con otros hechos que son políticamente relevantes.

El más importante, pero no el único, es el choque institucional cuya colisión se asoma entre el congreso fujiaprista que se dispone a archivar al proyecto de adelanto electoral, con un presidente Martín Vizcarra que podría plantear una cuestión de confianza con el fin de forzar la aprobación de su iniciativa o, en su defecto, la censura al segundo gabinete que lo habilitaría para la disolución constitucional del parlamento, en cuyo caso el congreso diría que eso no es posible y pediría al TC que dirima en esta contienda de competencias.

La actual composición del TC lleva a prever que, en ese caso, el gobierno derrotaría al congreso, y es en coincidencia con esa eventualidad que la comisión parlamentaria se está apurando con el relevo de seis magistrados.

Esa quizá sea la decisión más urgente que demanda el congreso fujiaprista del TC, pero no es la única. Además de varias de carácter económico que implican mucho dinero y donde hay mucha presión política –Hotel Perú, Morro Solar-Gremco, SASA-Aeropuerto, etc.–, hay otras de naturaleza política como el hábeas corpus que acaba de ingresar para anular las resoluciones judiciales de control de convencionalidad en la condena de Alberto Fujimori.

Hace seis años, en 2013, una importante manifestación pública de rechazo ciudadano impidió la manera interesada como el congreso quería repartirse el nombramiento de diez importantes cargos –defensor del pueblo, seis vocales del TC y tres directores del BCR–, lo que se conoció como ‘la repartija’.

Si ahora el fujiaprismo avanza en su intento de capturar el TC con fin subalterno, va a provocar ‘la repartija 2.0’.

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