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Política

César Hildebrandt: “Soñé que el fujimorismo se moría envuelto en miasma"

En su columna semanal, el periodista César Hildebrandt narra un sueño que tuvo, en el que el fujimorismo acababa y sus militantes, como otros personajes políticos, actuaban de manera diferente.

El fujimorismo es uno de los personajes principales de la crisis política actual, generada, en parte, por la confrontación del Congreso de la República con el Poder Ejecutivo. Para el periodista César Hildebrandt, la desaparición de este pensamiento político iniciado en los años 90, permitirá la formación de un “país decidido a ser feliz”.

El director del semanario Hildebrandt en sus trece en su columna semanal titulada “Tuve un sueño”, narra que fantaseó que tras la muerte del fujimorismo, sus militantes como también otros personajes cambiaban su forma de actuar y se acababa los ataques políticos.

“Soñé que el fujimorismo se moría envuelto en miasma, amarillento de ictericia, y que a su entierro asistían Alan García, su padre putativo, y Cucharita Díaz, el que fuera jefe del SIN (1986-1991) y se convirtiera, por órdenes del millonario líder aprista, en asesor de oscuridades del entonces candidato presidencial Alberto Fujimori, arropado desde Palacio”, inicia Hildebrandt su columna.

El periodista continúa comentando que en el velatorio del fujimorismo, los únicos que se encentraban hablando, entre sollozos, eran el aprista Mauricio Mulder y Yeni Vilcatoma, actual congresista de Fuerza Popular.

Complementa la imagen señalando que en fuera del recinto mortuorio, una multitud incalculable “celebraba a gritos tamaña y grata desaparición”.

“Soñé que Olaechea decía la verdad”

Tras esto, Hildebrandt procede a contar los cambios en los personajes políticos. Inicia con el presidente del Congreso, Pedro Olaechea, quien fue elegido en el cargo con votos de Fuerza Popular.

“Soñé que Pedro Olaechea decía la verdad. Soñé que Martha Chávez podía amar. Soñé que Luna Gálvez se graduaba con honores en Cambrige y que regresaba a fundar una gran universidad. Soñé que Tamar Arimborgo sonreía leyendo un cuento de Salinger. Soñé que Carlos Tubino decía cosas interesantes,completaba frases inteligible, calificaba con ironía", continúa.

Se refiere también a la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), diciendo que “pensaba más allá de la codicia y el corto plazo”. Indica que “la izquierda" proponía un programa socialista moderno, global, firme y pacifista a la vez.

Edwin Donayre también en mencionado en la narración del sueño, quien ahora se encuentra prófugo tras ser sentenciado por colusión agravada. El excongresista, en el sueño, pagaba su crimen con unos años en la cárcel y luego, ya redimido, ocupaba el puesto de presidente de Petroperú.

“Soñé que Luz Salgado y Lourdes Alcorta comían donas mientras tomaban en té y conversaban sobre la película de Javier Corcuera en torno a Javier Heraud. Soñé que Héctor Becerril se presentaba al concurso del cuento de las mil palabras”, se lee en la columna de opinión.

Menciona que el exjuez supremo César Hinostroza es extraditado y regresa al Perú para ser juzgado por sus delitos y ´´el pedí perdón “reconociendo sus miserias”.

Comenta también que la ministra de Salud tenía un bebé prematuro en el Hospital Regional de Juliaca y que “todo salía bien” al estar “espléndidamente equipado”.

“Soñé que en el Tribunal Constitucional no volvía a tratar asuntos dinerarios. (...), en el Poder Judicial reinaba la limpieza, en la Policía el honor, en la Fuerza Aérea el escrúpulo contable, en el Ejército la gallardía y en la Marina el ejemplo de Diego Ferré”, señaló.

“Fue un sueño idiota”

Luis Castañeda Lossio, en su sueño, era un ciudadano sin manchas; Susana Villarán era Rosa Luxemburgo, líder histórica del partido soialdemócrata de Alemania; y que Verónika Mendoza era capaz de criticar a La Pasionaria.

“Soñé que teníamos una carretera central decente, una panamericana de doble pista de frontera a frontera. Soñé que Odebrecht había sido expulsada antes de la realización de esos proyectos”, sostuvo.

Agrega que en su sueño vio cómo apareció un líder sabio y moderado, que no surgió de un partido político sino de la desesperación nacional, cuyo programa que presentó creó conciencia distinta sobre las urgencias del país.

“Soñé que Keiko Fujimori abandonaba la prisión de su dinastía y los mandatos rencorosos de su ascendencia”, comenta. La lideresa de Fuerza Popular se encuentra recluida en el penal Anexo de Mujeres de Chorrillos desde el 31 de octubre de 2018 por presunto lavado de activos.

“Soñé que éramos un país mediano, ordenado, civilizado y decidido a ser feliz. Soñé en suma, que éramos un país. Fue un sueño idiota, ya lo sé”, finaliza Hildebrandt.

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