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Política

“Espartambos”, la ‘fuerza de choque’ en las protestas contra Tía María

Informe. Son jóvenes, algunos menores de edad, entrenados en el uso de la huaraca para atacar a los policías que intentan poner orden en el Valle de Tambo. Forman la primera línea de las manifestaciones antimineras. Van con los rostros cubiertos. Son actores del clima violento que persiste en Islay a casi 45 días de huelga.

Por: Roberth Orihuela - Arequipa

Después de sortear bloqueos en la carretera, llegamos a Cocachacra, uno de los distritos del Valle de Tambo que acata una huelga hace 45 días para rechazar el proyecto Tía María de la compañía Southern.

En este poblado localizado a dos horas de la ciudad de Arequipa, la mayoría de actividades están detenidas, salvo los agricultores que volvieron a sus chacras. Terminan sus faenas y luego se suman a las protestas.

Son las once de la mañana del jueves 22 de agosto. En este distrito, con algo de temor, los tenderos atienden por la ventana. A lo lejos, un grupo de niños juega a la guerra con pistolitas de madera. Tienen todo el tiempo del mundo. Hace casi un mes no van a clases por las manifestaciones. Ellos literalmente han perdido el año escolar.

El rechazo al proyecto minero de Southern es uno de los conflictos más antiguos del Perú. Tuvo dos estallidos en 2011 y 2015 con siete muertos.

Los jóvenes que ahora se enfrentan a los policías eran niños en esos años, como estos pequeños, entretenidos en intercambiar disparos imaginarios. “Los Espartambos”, inspirados en los guerreros de la antigua Grecia, son jóvenes. Forman la primera línea de defensa de los agricultores en huelga. Estamos con un grupo de ellos. Ahora no tienen escudos de madera o lata que utilizan para defenderse de la Policía. Uno de ellos nos dice que estos instrumentos están reservados para los enfrentamientos feroces. En los días que se escribió esta crónica, la huelga había perdido fuerza. La mayoría de protestantes eran mujeres, pero siempre marchaban protegidas por medio centenar de esta guardia

Ahora debaten entre ellos a dónde van, a El Fiscal para bloquear la Panamericana Sur o Mollendo, la capital de la provincia de Islay, para impedir la salida de cisternas cargadas de combustible a Arequipa. Optan por la segunda opción. Los acompañamos.

Crecen con la violencia

Los Espartambos” en este conflicto son una élite conformada solo por jóvenes, varios no alcanzan la mayoría de edad. Entre sus filas hay menores de 15 años que manejan bien la huaraca, un arma heredada de la época incaica que sirve para disparar piedras. Ellos también tienen sus heridas. Se levantan las prendas y las muestran como trofeos de guerra. Se trata de pequeños moretones provocados por los disparos de perdigones. Llevan la huaraca amarrada a la cintura. Tienen rutinas de entrenamiento con competencias de puntería.

Un agricultor nos dice, tienen que saber lanzar bien, sino los policías se les van encima. Muchos de estos aguerridos manifestantes provienen de familias de migrantes de la sierra. Sus padres llegaron al valle como jornaleros o para alquilar las chacras a los viejos agricultores. En el momento de la entrevista, tienen el rostro cubierto. Esa pañoleta la utilizan para no ser identificados y capturados por la Policía. Cubrirse el rostro ha sido criticado por las autoridades. “Si te cubres la cara es indudable que quieres hacer algo malo”, dijo el representante de la Defensoría del Pueblo, Ángel Manrique.

Hasta el momento se contabilizaron 24 detenidos, varios de ellos menores de edad. Ante falta de pruebas los liberaron.

Una ciudadana aprecia una de las marchas de maestros, padres y escolares hacia la Ugel Islay para rechazar el reinicio del año escolar.

“Estos niños que marchan se parecen a los que hoy vemos lanzando piedras a los policías. Míralos, gritan con fuerza, saben qué decir o ya van aprendiendo". Están creciendo con ese mismo clima de violencia.

Exreservistas

Las detenciones no son arbitrarias, explica una fuente policial. Aunque no se conoce a profundidad el trabajo de Inteligencia, trascendió que el Grupo Terna tiene algunos efectivos infiltrados. Estos tratan de identificar a "Los Espartambos”. “Hay algunos (Terna) en construcción civil, otros entre los tambeños. Y nos han dicho que han identificado hasta exreservistas del Ejército”, explica la fuente.

Esto último es ratificado por Marilú Marroquín, dirigenta de la junta de regantes La Ensenada-Mejía. “Sí es cierto que algunos de los que protestan sirvieron al Ejército. Pero son agricultores, vuelven para cultivar la chacra”, señala Marroquín.

También provoca suspicacia las pintas aparecidas en favor de Antauro Humala, el líder etnocacerista preso desde el 2005 por el Andahuaylazo, la refriega militar contra el gobierno de Alejandro Toledo.

Una de esas pintas está en la casa de Jaime de la Cruz, un dirigente antiminero con proceso judicial abierto por supuestamente pedir dinero a la minera Southern Copper en 2015 para detener las manifestaciones.

De la Cruz señala que la pinta la hicieron sin su permiso, pero no se hace problemas.

Lo que sí es cierto es que en el Valle de Tambo se instala un imaginario de rebeldía entre los jóvenes. Son los más animosos para ir a luchar.

Esta mañana se trasladan a Mollendo para bloquear la salida de Petroperú. Pasado el mediodía, llegan al ingreso de la planta. No hay policías. Los agricultores cierran la vía con piedras, troncos y rompen vidrios. Están almorzando cuando les avisan que un grupo de manifestantes fue interceptado por los policías en el cruce con la vía Costanera.

Quienes acuden son “Los Espartambos”, varios con huaracas y otros lanzan piedras con las manos. Los efectivos se defienden con bombas lacrimógenas y perdigones de goma. “Si uno te cae en la cabeza, fuiste”, refiere uno de los jóvenes huaraqueros.

Esta vez la batalla se da a la altura de Egasa, en medio de las chacras del agricultor Javier Calcina. El olor de las lacrimógenas no deja respirar y los ojos lagrimean, pero el viento ayuda. Los policías se atrincheran en la casa de Calcina. "Los Espartambos” acribillan la vivienda a punta de piedras. Los muros de madera prensada terminan con agujeros, las ventanas rotas y hasta el tanque de agua roto. Estas escenas se repiten a diario. La violencia se normaliza en Islay.

Ministerio Público analiza denuncias a Cáceres

El gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres, tiene dos denuncias en su haber por su posición planteada en contra del proyecto Tía María. Una realizada por la empresa Southern, acusándolo de abuso de autoridad. Otra fue planteada por un abogado, quien lo sindica como el azuzador de las protestas.

Estas denuncias son vistas por fiscales provinciales. Franklin Tomy, presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Arequipa, señaló que en 2 semanas se evaluará si tienen sustento, para seguir la etapa preliminar o archivarlas.

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