¿Un fracaso más de Torre Tagle?

El seis de este mes se reunieron en nuestra capital por iniciativa del Grupo de Lima una serie de países para “apreciar”, como informó la cancillería peruana, “la grave situación en Venezuela y su impacto regional desde diferentes perspectivas, en un espacio de diálogo y reflexión plural”.

Según América Economía (05/08/19), un medio al que difícilmente se le puede acusar de “chavista”: “La cantidad de espacios de diálogo internacional sobre la crisis venezolana…desde que Guaidó se convirtió en líder de la oposición… comparten (todos) una (misma) característica: la ausencia de resultados contundentes” Y esta última reunión no escapa a ello. Se podría afirmar que se reunieron los mismos de siempre y que no estuvieron los mismos de siempre: Rusia, China, Turquía, Cuba y otros. Tampoco asistió la Naciones Unidas, así como otros organismos internacionales.

Como dice ese mismo medio: “No puede evaluarse la conferencia, ni la situación actual internacional, ignorando el desafío que Estados Unidos ha hecho a los mecanismos multilaterales de solución de controversias… Parece que la conferencia forma parte más de la política estadounidense que de un esfuerzo legítimo por una solución pacífica a la crisis política de Venezuela”. Y eso es lo que han buscado tanto el Grupo de Lima como la propia cancillería peruana con esta reunión: legitimar la política intervencionista de EEUU en Venezuela y ampliar el apoyo a Guaidó; pero sobre todo apoyar las últimas medidas de EEUU contra el gobierno de Maduro.

Por eso no es extraño que el famoso “Encuentro Internacional por la Democracia en Venezuela” no tenga ni Declaración Final ni conclusiones vinculantes y si más bien haya coincidido con el anuncio, un día antes de la reunión, con el decreto del gobierno de Trump que establece un “embargo total” de los bienes e intereses del gobierno de Venezuela en EEUU. El propio John Bolton, asistente a esta reunión y asesor en Seguridad Nacional del gobierno de los EEUU, ha dicho a la cadena Fox News “que todos los países reunidos en la capital peruana apoyan firmemente el bloqueo ordenado por Donald Trump” (La República 07/08/19). Bolton es conocido por ser un neoconservador y un halcón en política exterior, que en el pasado pidió bombardear Irán y Corea del Norte y que hoy amenaza con invadir Venezuela.

Finalmente, el fracaso de esta reunión no es nuevo. Grupos como el “Mecanismo de Montevideo” o el “Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela” también han mostrado sus limitaciones. Hay, por lo tanto, un empate catastrófico entre el gobierno de Maduro y la oposición tanto interna como externa lo que se expresa antes que en un incremento de la violencia en Venezuela en un éxodo sin precedentes de venezolanos que hoy caminan y se establecen en varios países de América Latina, en especial Colombia y Perú.

Es urgente que el presidente Vizcarra modifique radicalmente su política exterior frente a Venezuela que hoy es apoyada entusiastamente por sus “enemigos” jurados: el aprofujimorismo, para que su gobierno deje de ser un operador de la diplomacia norteamericana. Es necesario que el Perú apoye una salida pacífica y democrática a la crisis venezolana ya que una solución violenta sería una verdadera catástrofe para la región y una auténtica crisis humanitaria aún más grave que la actual.