Los furgones de Cerrón y Cáceres
Las penosas opciones de la izquierda parlamentaria.
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El fortalecimiento de la política peruana no solo requiere reformas que, sin duda, son indispensables sino, también, opciones con capacidad de representar las distintas preferencias ciudadanas, con espíritu moderno, democrático e inteligente, algo que hoy no ofrecen ni la izquierda ni la derecha.
La izquierda parlamentaria exhibe, con excepciones, un anquilosamiento intelectual que la vuelve furgón de cola de dos gobernadores impresentables: Elmer Cáceres y Vladimir Cerrón.
Los líderes de las dos bancadas de izquierda, Verónika Mendoza (Nuevo Perú) y Marco Arana (Frente Amplio), se confunden con las actitudes antidemocráticas, violentistas y retrógradas de un gobernador que se niega al diálogo sobre el proyecto Tía María y que es obvio que anda buscando que la protesta tenga los muertos que sean su trampolín a la fama en la política nacional.
Por supuesto que se deben proteger los derechos de los ciudadanos y del ambiente, pero es obvio que Cáceres no quiere eso y que tanto Arana como Mendoza se suben a su protesta sin propuesta con preocupante escasez de información y planteamientos.
“Es usted un traidor, y encima nos trae un millón de venezolanos para destruir el último rincón de identidad y resistencia. Y quita trabajo de millones de peruanos, cuánto le paga Trump. Resistir y vencer”, disparó Cáceres –quien tiene una grave acusación de violación– al presidente Martín Vizcarra.
Entre los pocos congresistas de izquierda que han tomado distancia de la actitud antidemocrática de Cáceres como la de pedir la vacancia presidencial están Alberto Quintanilla y Richard Arce, ambos de NP.
A su vez, Cerrón es un misógino, xenófobo, discriminador y antidemocrático que dice que Venezuela es una democracia de “mercados llenos” –seguro donde lo llevaron a comer–, que admira el desastre económico chavista.
Y con Cerrón y Gregorio Santos se pasea por todo el país Verónika Mendoza. Felizmente, no todos piensan igual, como Marisa Glave que ha dicho que le incomodaría tener como aliados a estos dos amigos de la jefa de su partido.
El Perú requiere una izquierda moderna y democrática que ni Arana ni Mendoza están ofreciendo. Es hora, parece, de buscar nuevos liderazgos.
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