Simpatía por el centro radical
El electorado no favorece a las posiciones extremas.
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Es una buena noticia para la perspectiva política del país que los extremos políticos no estén entusiasmando mucho al electorado nacional.
Según Datum, a un año y diez meses de la elección 2021, la preferencia electoral está en el espacio desde el centro moderado hasta la izquierda moderada, pasando por el centro, que en conjunto suman 62%, mientras que los dos extremos alcanzan juntos al 14%, con un 24% que no sabe ni opina.
¿Qué tipo de gobierno prefiere para el Perú?: izquierda radical 7%, izquierda moderada 11%, centro 29%, derecha moderada 22% y derecha extrema 7%.
El nivel socioeconómico más convencido de que el sucesor del presidente Martín Vizcarra será de izquierdas es el E, mientras los niveles A, B y D ven al reemplazante por la derecha. Por regiones, el centro del país está más tirado a la izquierda y el norte a la derecha.
A veces se cree que el desorden político como el que vive el Perú favorece a las posiciones extremas, lo cual puede ser cierto, pero esta columna cree que, por el contrario, la situación actual puede beneficiar a los candidatos más moderados y tirados al centro.
Es una información que podría ser útil para más de un político que anda ubicándose por los extremos, como varios de la izquierda peruana.
Por ejemplo, más de un gobernador que apuesta a que los planteamientos extremos y agresivos lo pueden convertir en el Evo peruano, como Elmer Cáceres o Vladimir Cerrón, al igual que otros aspirantes del lado zurdo, como Gregorio Santos o Marco Arana.
Lo mismo ocurre en el lado derecho extremo, donde la fujimorista Rosa Bartra se ubica –como se registra en un video divulgado por ‘La salita del SIN’– en el espacio más cavernícola del conservadurismo religioso.
Correrse al centro siempre ayuda a un candidato. Lo tuvo que hacer Ollanta Humala en 2011 para moverse desde la izquierda para poder ganar, al igual que Pedro Pablo Kuczynski desde la derecha en la elección del 2016.
Algunos políticos se dan cuenta y toman distancia, mientras otros –como Verónika Mendoza– se refugian en la izquierda extrema, sin darse cuenta de que el centro radical puede seguir siendo la opción preferida de los peruanos en el 2021.
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