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¿La disolución ya fue?

“Luego de haber pasado por alto impávido tantos motivos de disolución, Vizcarra necesitaría una causal muy bien argumentada para cruzar ese Rubicón”.

Mirko
Mirko

En muchas personas pedir la disolución del Congreso se ha convertido en un tic. Para otras el momento de esa decisión política ya pasó. Luego hay quienes piensan que eso nunca se pudo haber dado, ni podrá darse, pues los principales actores concuerdan en seguir lanzándose dardos sin mayores consecuencias. ¿En qué punto de la cuestión estamos?

A estas alturas es más o menos claro que los proyectos del Ejecutivo no van a recibir una respuesta colaboradora del Congreso, y menos en los plazos reclamados. Algunos consideran eso una causal de disolución; otros piensan es solo más leña para el gran fuego negociador en marcha. Pero el fuego que calentaba a las partes ahora podría estar empezando a quemarlas.

Durante largo tiempo disolver el Congreso fue una salida inconveniente para Martín Vizcarra. Se le veía como un sacudón de resultados impredecibles, que iba a sumir al país en una guerra política aun más intensa que la que se quería resolver. Pero Fuerza Popular creyó que el gesto era posible, y decidió empezar a retroceder hacia formas oblicuas de entendimiento.

Ese tiempo parece haber pasado. Las declaraciones y acciones de FP a partir del revés en la casación de Keiko Fujimori corresponden más bien a una agrupación dispuesta a usar sus votos para ir al choque con el Ejecutivo. Se podría producir algo equivalente a un Congreso distinto, con inéditos grados de confrontación y bloqueo.

El propio fujimorismo está dedicado a describir a Vizcarra como jefe de, dice Carlos Tubino, “todo un complot contra FP”. Sus columnistas más enardecidos incluso denuncian un inminente golpe de intención chavista o velasquista. Una mente suspicaz podría suponer que hay allí un intento de precipitar la disolución del Congreso, como mal menor frente a su falta de salidas.

Pero luego de haber pasado por alto impávido tantos motivos de disolución, Vizcarra necesitaría una causal muy bien argumentada para cruzar ese Rubicón. Además necesitaría un proyecto de reemplazo sofisticado y operativo que acompañe la convocatoria a nuevas elecciones. Pero quizás prefiera demostrar la falsedad de las acusaciones de FP.

Quizás la situación a la que estamos entrando es explosiva, y quizás también hemos perdido la capacidad de reconocerla cuando la vemos.

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