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Política

La otra historia del guano

"La Edad del Guano realmente merece su reputación de haber sido una ‘era de mierda’ ", afirma con certeza el historiador Gregory T. Cushman.

Páez
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El libro Los señores del guano: una historia ecológica global del Pacífico, del profesor de la Universidad de Kansas, Gregory T. Cushman, ofrece una perspectiva descarnada sobre el conflicto con Chile, originado por el control del guano y el salitre. Los recursos naturales que gestaron un periodo de bonanza económica para el país, al final originaron probablemente el episodio más desgraciado de la historia de la República.

“Más que inaugurar una época de paz y prosperidad, el guano y los nitratos motivaron guerras y alimentaron el crecimiento de las desigualdades entre clases y naciones”, explica Cushman: “La Edad del Guano realmente merece su reputación de haber sido una ‘era de mierda’”.

Sin subestimar los intereses chilenos y extranjeros (especialmente ingleses) que condujeron al estallido de la confrontación bélica, Cushman señala también cómo contribuyeron los peruanos en crear las condiciones para la guerra.

“De 1840 a 1879, Perú exportó un número estimado de 12,7 millones de toneladas (de guano) de sus islas, con un valor de entre 100 y 150 millones de libras esterlinas (aproximadamente entre 13 a 20 mil millones de dólares)”, señala Cushman. Según los cálculos citados por el historiador, alrededor del 60% de estos ingresos se destinaron al Estado peruano. Pero se hicieron inversiones fallidas, o se firmaron contratos con extranjeros para recuperar la economía que derivaron en escándalos de corrupción. Además, no se administraron razonablemente los recursos que comenzaron a disminuir por la explotación masiva e incontrolada. “Los gobernantes del Perú durante la Edad del Guano no se preocuparon demasiado por el agotamiento de las antiguas reservas de guano del país”, así que “el presidente (Manuel) Pardo tomó acciones agresivas para usar nitratos con el fin de apuntalar la situación económica peruana, pero solo consiguió llevar a la región a una guerra por el nitrógeno”, señala el historiador.

Simultáneamente, el régimen de Bolivia hizo lo propio en Antofagasta, lo que generó la reacción de Chile. “Chile sabía que Perú y Bolivia habían firmado un pacto de defensa mutua en 1873, así que lanzó un ataque preventivo que terminó, en poco tiempo, con la ocupación de Tarapacá, de las islas guaneras peruanas e incluso de Lima”. Fue, sin duda, “una era de mierda”.

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