¿Qué significa este súbito cambio de ministros? Hay varias lecturas disponibles, y todo se da en un terreno insólito. Preferimos pensar que se ha producido para evitar otro, y que ha sido para salvar la cabeza de los ministros PCM, Interior y Justicia. Después de todo, Demartini ya estaba bien quemado. Pero José Arista era elogiado por Dina Boluarte.
Leslie Urteaga fue reemplazada en Cultura por un ministro muy inferior, y ahora es traída de vuelta al gabinete, a una cartera anodina. Los problemas están en la gestión cultural. ¿Por qué no la pusieron de vuelta allí? ¿Para que no interfiera con el negocio Machu Picchu? Podemos hacer docenas de preguntas de este tipo.
Si el acto presidencial de la semana fue el cambio de ministros, la frase fue la que nos informó que no nos gobiernan extraterrestres. La idea,
entendemos, es que el poder peruano está en manos de humanos, susceptibles de cometer errores o tener debilidades. ¿Es una manera de pedir disculpas por una gestión muy pobre?
Si ese fue el caso, mejor pedirlas directamente, sin sorna. Lo peor que le viene sucediendo a Boluarte es el caso Qali Warma, en el que vienen apareciendo y enredándose cada vez más personas cercanas a ella. Las relaciones con la Fiscalía son cada vez peores. El vocero presidencial no se da por aludido (y el presidente del Congreso tampoco), pero la dimensión escandalosa sigue avanzando.
Podemos recapitular tres causas de la minimovida en el gabinete: a) distraer de los problemas de tipo latas fuchi-Rolex-cofre que siguen rondando a Boluarte; b) evitarles problemas a sus ministros más cercanos y controvertidos; c) calmar las aguas de un Congreso potencialmente censurador.
A tan poca distancia de la convocatoria electoral 2006, Boluarte haría bien en acostumbrarse a consultar sus cambios ministeriales. Por ejemplo anunciando que los cambios vienen, para que ciudadanos, medios, redes y partidos puedan ir opinando, sobre el tema. No tiene sentido hacer designaciones con nocturnidad. Lo mismo vale a la hora de pedirle el cargo al ministro que la ha servido.
Boluarte, que tanto ha temido y teme ser retirada del cargo antes del plazo fijado, podría tener una conducta menos olímpica frente a los servidores públicos que ella misma ha convocado
Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).