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Propuesta de pesadilla, por René Gastelumendi

“Horas más tarde, el defenestrado termina durmiendo en la misma prisión que Alberto Fujimori, una prisión diseñada para recibir a los expresidentes peruanos, porque con la inminente llegada de Toledo y, tal vez, con la sentencia de Humala o Vizcarra, podrían conformar un pabellón”.

Es nuestro rico Perú, un país en el cual te puedes levantar a servirle la comida al perro y, cuando regresas, encontrarte con un mensaje presidencial de golpe, de quiebre democrático, dictatorial. Pocas horas más tarde, la SUAT pulsea con Seguridad del Estado y terminan deteniendo el vehículo del ahora expresidente atascado en el tráfico limeño, todo grabado con smartphone. Ultraperuanidad. Horas más tarde, el defenestrado termina durmiendo en la misma prisión que Alberto Fujimori, una prisión diseñada para recibir a los expresidentes peruanos, porque con la inminente llegada de Toledo y, tal vez, con la sentencia de Humala o Vizcarra, podrían conformar un pabellón. Así como existen “el pabellón de la muerte o “el pabellón de los extraditables”, este sería “el pabellón de los presidentes peruanos”. Súmenle el, hasta hace muy poco, arresto domiciliario de PPK y una posible prisión tanto de Keiko como Kenji Fujimori por distintos motivos, en ristre. A esta realidad tan bizarra de 6 presidentes en 6 años, que si a los ciudadanos no deja dormir, a los periodistas menos, mejor hay que adelantarse y sumarle una propuesta de guion para el siguiente capítulo de esta película psicótica, es decir, un poco de humor negro para sanar: “Mientras en el Congreso la plana más notoria de la derecha limeña se tomaba selfies en señal de triunfo, frivolizando un episodio traumático para el Perú en su conjunto, atribuyéndose la salvación de la democracia para sus seguidores de Instagram, en un lugar de Cañete el mayor en retiro Antauro Humala se frotaba las manos. Las protestas en Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Tacna, Puno y Cuzco empezaron a crecer día tras día, reclamando por la prisión de uno, aunque chotano, de los suyos. Al mismo tiempo que numerosos reservistas, llegados del sur, acampan en la casa de playa prestada del mayor Humala, se subían las fotos con la bandera peruana, la V de la victoria, los congresistas extáticos de la nada. Antauro Humala ya ha conversado con sus promocionales en actividad, mañana sacan los tanques, toman Palacio, asesinan a unos cuantos desorientados policías que no sabían a quién obedecer. Los golpistas humalistas expectoran a Dina, expectoran a los congresistas. A las 9 de la noche dará un mensaje a la nación, toque de queda desde las 5 de la tarde hasta las 6 de la mañana. El poder en manos de militares sesentones y fieles antauristas de origen insondable, salvo Virgilio Acuña, que es el que puso el billete para el verdadero golpe, la verdadera dictadura bajo la que pasaremos Navidad”. Pasa en tu cabeza, pasa en el Perú, tu país.

La República

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