El informe del Gobierno vía la OEA, por Augusto Álvarez Rodrich
Torre Tagle logró que la OEA sea el parlante de sus quejas.
Guadalajara. El informe preliminar de la misión de la OEA confirma la sospecha inicial, cuando su consejo decidió enviarla, de su complicidad con el objetivo del gobierno para prestarse a la obstaculización de las investigaciones por presuntos delitos de corrupción de Pedro Castillo.
Siendo central en la situación política actual, que explica la actitud antidemocrática del gobierno, las investigaciones de la corrupción de Castillo brillan en el informe por su ausencia.
La misión tampoco sustenta el motivo de su convocatoria –un golpe de Estado en marcha contra Castillo–, ni menciona, ni de casualidad, las amenazas del gobierno para cerrar el Congreso con argumentos ilegales que son patas de cabra contra la institucionalidad, como lo va confirmando el TC.
Y para obviar la corrupción, la OEA pone como escudo el problema del racismo que, sin duda, existe en el Perú, pero que no tiene que ver con la crítica a Castillo, por su origen andino, sino por ser un presidente mediocre y corrupto.
La OEA también alude a un exceso de control político del Congreso, tapando que Castillo nombra ministros incapaces y con prontuario, y obviando que el Parlamento es igual de mediocre y corrupto que él y que, por ello, es una oposición funcional a sus intereses, abdicando del control político que constitucionalmente le corresponde ejercer.
Sobre los medios, el informe solo recoge la posición oficial con planteamientos de que en el Perú habría un exceso de libertad de expresión, sin dar cuenta de los ataques sistemáticos y antidemocráticos del gobierno al periodismo de los que la OEA sí fue informada por los representantes del IPYS, CPP y SNRTV que nos reunimos con ellos.
PUEDES VER: Diego Bazán: “Si no se concreta la vacancia de Pedro Castillo este miércoles, vamos por la suspensión”
La OEA termina proponiendo una ‘tregua’ que buscaría la suspensión de las investigaciones fiscales y periodísticas sobre el presidente, y un ‘diálogo’ que es inviable porque el gobierno nombra a personas con el manifiesto interés de petardear todo lo que no le sirva para obstaculizar a la justicia.
El informe de la OEA es inaceptable pues parece hecho en Torre Tagle al repetir todos los argumentos del gobierno, evidenciando un uso lamentable de la diplomacia peruana para los fines particulares del presidente en vez de los objetivos del estado.
Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.