Cronograma de retiro AFP, según José Luna

Puntos más, puntos menos

“Y, la verdad sea dicha, Castillo sí ha subido unos puntos, pero estos no se deben a sus escasos méritos como gobernante...”.

Apenas la popularidad de Pedro Castillo subió seis puntos en dos meses (puntos que, tomando en cuenta el margen de error, podrían ser igual cuatro que ocho), ya su corte de ayayeros comenzó a celebrar, convencida de que su presidente es -como dirían los Beatles- más popular que Cristo.

Curiosamente, muchos de ellos no tienen empacho en seguir diciendo que no creen en las encuestas y que, como estas mienten, la popularidad de Castillo tiene que haber subido muchísimo más, con lo que, a estas alturas, ya debería andar por los noventa puntos. ¿Lógica? Ninguna. Si siguen sin creer en las encuestas, más bien deberían andar preocupadísimos, porque podría haber ocurrido exactamente lo contrario. O sea, que su presidente ande por debajo de los diez puntos de aprobación.

Pero la coherencia no tiene lugar en el razonamiento de quienes prefieren inventarse sus propias reglas para medir la realidad según sus conveniencias, patear el tablero cuando el juego no los favorece o insultar a sus oponentes al tiempo que gritan que son víctimas de una persecución política, cuando son ellos los que -por ahora- tienen la sartén por el mango.

Y, la verdad sea dicha, Castillo sí ha subido unos puntos, pero estos no se deben a sus escasos méritos como gobernante, sino son el producto de un equilibro dislocado que se ha instalado en nuestra política: los gruesos errores de la oposición, esa derecha cada vez más bruta que no aprende de la experiencia, juegan siempre a favor del presidente quien, a su vez, neutraliza este efecto benéfico cada vez que abre la boca.

Dicho sea de paso, tener treinta puntos de aprobación no es razón para que un gobernante crea que las masas lo adoran. Significa que siete de cada diez ciudadanos lo rechazan. Peor aún: incluso muchos de quienes lo aprueban, lo soportan a regañadientes. Si no, no se explicaría por qué 86 de cada cien peruanos prefiere, como la mejor solución a la crisis política, que se vayan todos.

Maritza Espinoza

Choque y fuga

Periodista por la UNMSM. Se inició en 1979 como reportera, luego editora de revistas, entrevistadora y columnista. En tv, conductora de reality show y, en radio, un programa de comentarios sobre tv. Ha publicado libro de autoayuda para parejas, y otro, para adolescentes. Videocolumna política y coconduce entrevistas (Entrometidas) en LaMula.pe.