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Venezuela negocia

“La salida a la crisis de Venezuela no llegará hasta que en el país sudamericano las garantías políticas alcancen a todos los actores, la justicia lo sea de forma integral y se ponga fin a la persecución de quienes no piensan como Maduro y sus aliados”

El Gobierno de Venezuela y la oposición tienen previsto retomar este fin de semana en México las negociaciones que llevan paradas casi un año. Es una señal que invita al optimismo, toda vez que solo mediante el diálogo el país podrá salir del atolladero en el que se encuentra desde hace años.

La convulsa coyuntura internacional tras la agresión rusa a Ucrania, los cambios recientes de gobiernos a la izquierda en América Latina, así como el impulso de la Administración de Estados Unidos, han hecho más propicio el escenario para rubricar nuevos acuerdos.

El Gobierno y la oposición llegan a la capital mexicana con gran parte del trabajo hecho. Como ha de ser en unas negociaciones como estas, las conversaciones previas a cualquier pacto se han sucedido de forma discreta, acaso por primera vez en los últimos años.

Se han evitado las continuas acusaciones y la exhibición de unas diferencias que, por otro lado, son archiconocidas. Así, llegan a la cita de la capital mexicana prácticamente para exhibir al público el acuerdo alcanzado ya, o al menos en estado muy avanzado.

El alcance social de los acuerdos es también relevante. Se prevé la creación de un gran fondo de miles de millones de dólares que ayude a mitigar la crisis de subsistencia que asola desde hace más de un lustro a Venezuela.

La vuelta formal de las conversaciones se ha dado también gracias a que, en paralelo a esta negociación, han cambiado las relaciones entre el chavismo y Estados Unidos. Es la Administración de Joe Biden quien puede rebajar las sanciones económicas impuestas a los jerarcas del chavismo. Además, tiene en sus manos facilitar la vuelta de Venezuela al mercado internacional del petróleo.

Las expectativas son favorables, pero solo son eso: señales, y aún insuficientes. La salida a la crisis de Venezuela no llegará hasta que en el país sudamericano las garantías políticas alcancen a todos los actores, la justicia lo sea de forma integral y se ponga fin a la persecución de quienes no piensan como Maduro y sus aliados, en un país que ha vivido un éxodo en los últimos años de más de siete millones de habitantes.

(*) Compendio. Madrid, 25 de noviembre 2022.

La República

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