Confianza versus confianza

El Gobierno sorpresivamente remitió al Legislativo un pedido de cuestión de confianza para que se debata y se derogue la ley que puso límites al mecanismo legal con que cuenta el Ejecutivo denominado cuestión de confianza. Se trata de un pedido formulado hace siete meses y reiterado en esta ocasión, planteándolo con carácter imperativo.

Esta Ley, la 31355, ha sido revisada por el Tribunal Constitucional y no se lograron los cinco votos suficientes para declararla inconstitucional. O sea, sigue vigente.

El Gobierno a través de sus voceros ha salido a querer consolidar su propuesta, apelando a que se trata de una de las políticas de Estado, la número 6, referida al equilibrio de poderes, que no puede avanzar por esta ley dada por el Congreso. Por ello propone su derogatoria en el marco de la cuestión de confianza.

También señalan como marco legal que existe un artículo de la Constitución, el 105, que indica expresamente que los proyectos de ley provenientes del Ejecutivo deben priorizarse.

Hay quienes interpretan esta iniciativa como un modo del Ejecutivo de llegar a la visita de la misión de la OEA, prevista para el 20 de este mes, con un nuevo caso de bloqueo de sus iniciativas legislativas.

Del lado del Congreso hay varias opiniones que establecen la inviabilidad del Ejecutivo para plantear esta iniciativa, inconstitucional de fondo, porque hay una ley que sigue vigente y que ya define que las cuestiones de confianza solo se pueden presentar por temas de gobierno, sin entrar al terreno de las atribuciones propias del Congreso.

Y como era previsible, el Legislativo la rechazó de plano, lo que provocó un tuit del presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, quien remarcó que el pedido de confianza no se ha presentado aún porque debe formularse en el Pleno del Congreso.

En todo caso, hay un nuevo enfrentamiento que vuelve a encrespar los ánimos y que se produce ad portas de la llegada de la misión de la OEA y en un contexto de anunciadas protestas callejeras.