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Los resultados, por Mirko Lauer

“¿Hay una lección en todas estas debacles? Quizás ella es que el centro político tiene que volverse más eficaz y más sexy en todas partes del Perú”.

Podría hablarse de un resultado estándar. La derecha ganó largamente en Lima. Los movimientos regionales ganaron a los llamados nacionales, como de costumbre. El país regional-municipal una vez más reveló su pragmatismo, su ánimo convencional, su falta de imaginación. En verdad casi nadie esperaba algo diferente.

Quizás un dato inesperado es lo poco atractivo que resultó el radicalismo de izquierda por todas partes. Aunque los fans se jactan del 25% de aprobación presidencial en las encuestas, el conglomerado de Pedro Castillo no se atrevió a presentar candidatos. A las otras izquierdas, las no oficialistas, si existe tal cosa, les ha ido pésimo en todas partes.

Sobre el párrafo anterior, cabe hacer notar la diferencia entre las fotos de mítines de Antauro Humala y las flacas urnas de los candidatos que uno podría considerar afines al movedizo excarcelado. La mala performance de Perú Libre se veía venir, pero quizás no con tanta intensidad. Ya aparecerán algunas elaboradas explicaciones socialistas-científicas.

Pero no solo resultó poco apetitoso ese radicalismo. También partidos establecidos como Fuerza Popular o Acción Popular. En el primer caso da la impresión de que los residuos de la magia del gran Kenya ya se han terminado de disipar, y que para la etapa que se abre la derecha está buscando un reemplazo algo más confrontacional que la hija Keiko.

AP se terminó de ir al diablo sobre todo por la fama de oficialistas y cutras que se han ganado en el Congreso. El partido se había levantado a partir del 2016, con figuras como el candidato Alfredo Barnechea, el alcalde Jorge Muñoz o el gobernador Mesías Guevara. Pero la fuerza de la gravedad volvió a imponerse al Perú como doctrina. Algo así como la pufi de los niños.

¿Hay una lección en todas estas debacles? Quizás ella es que el centro político tiene que volverse más eficaz y más sexy en todas partes del Perú. Sobre todo debe evitar la apariencia de una izquierda desanimada o de un populismo descafeinado. Nótese cuánto ha avanzado en estos tiempos el potencial de un lema como: roba, pero no aburre.

Va a ser una perversa delicia observar cómo los nuevos alcaldes y gobernadores explican cómo van a poner en marcha algunas de sus promesas más dramáticas.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).