Sin partidos ni mayorías claras

Los resultados electorales provisionales de estos comicios regionales y municipales realizados ayer muestran derrotas claras de algunas organizaciones políticas que se diluyen con las cifras que se conocen. Es el caso del partido del Gobierno, que no alcanza a figurar en el nuevo mapa político que se está dibujando.

Perú Libre, organización que colocó en la primera magistratura a Pedro Castillo, desaparece en todo el país y pasa a engrosar las filas del rubro “otros”. Ni siquiera en su bastión en Junín mejora su posición. Por una decisión congresal, no perderán la inscripción, merced a una excepción aprobada por esta única vez.

Es también el caso de la segunda fuerza política que se midió con Perú Libre en la segunda vuelta de elecciones generales de abril del 2021. Fuerza Popular, el partido que mantiene a Keiko Fujimori a la cabeza de la organización, no logra obtener ningún triunfo electoral trascendente.

El país ahora muestra una gran fragmentación, dividido entre pequeños cacicazgos y liderazgos locales de dirigentes que asoman impulsados por sus movimientos regionales. Aunque en pocos casos se han superado votaciones de más del 30%, se tendrán que volver a medir en nuevos procesos electorales para el caso específico de los candidatos a Gobiernos regionales.

Es importante también observar la respuesta de la ciudad de Lima, donde se concentra el 30% de la votación nacional. La división de la ciudad en bloques territoriales entre las organizaciones políticas que compitieron y alcanzaron ubicarse en los primeros lugares ha ido consolidándose a lo largo de las horas. Es el caso de APP, que se concentra en el sur de Lima, Somos Perú y Podemos Perú en el norte y Renovación Popular el centro de la ciudad.

Para la definición de ganador en la Alcaldía de Lima, todavía falta la información oficial de la ONPE, aunque se han ido adelantando algunas cifras que muestran un empate técnico, que va estrechándose y que no permite establecer aún quién ocupará el sillón municipal. En tanto, será vital mantener la tranquilidad y el orden público. Las denuncias de fraude juegan en contra de quien las realice porque parecen estratagemas de perdedor, más que muestra de confianza en el resultado final.

Una vez que se concreten las proyecciones, los partidos que han sido sancionados por el electorado tendrán que hacer una revisión de las razones de la derrota y tomar las medidas correctivas. Nuestra democracia tiene que sostenerse en organizaciones políticas modernas y proactivas, que no pueden considerarse refugio privado de quienes hoy no han podido responder al escrutinio ciudadano.