El fin del COVID

La cuarta ola parece llegar a su fin, con el menor número de personas internadas en toda la pandemia. Con ella también se van varios de los protocolos sanitarios que nos modificaron la vida durante estos dos últimos años: el uso de mascarillas con carácter obligatorio en todo espacio público y el carnet de vacunación con la cuarta dosis para autorizar el ingreso a negocios y bancos.

Así lo anunció el Minsa, asegurando que se convertiría en norma en los próximos días. Esta decisión se adopta en concordancia con lo establecido en Chile y Argentina, por ejemplo, donde se ha decidido eliminar el uso de la mascarilla obligatoria, junto con otras restricciones.

El término de la cuarta ola se le considera el preámbulo del anuncio del fin definitivo de la pandemia del Covid-19, luego de haber sido controlado en la mayoría de países –fundamentalmente sus aspectos más letales– por una campaña exitosa de vacunación y la extensión de la inmunización natural por una serie de factores.

Según datos oficiales, el número de contagios es menor, el de hospitalizados descendió drásticamente y, con ello, el de fallecimientos por Covid-19, que en varios puntos del país ha bajado y es cero. Hay otras enfermedades que ahora provocan más muertes que el propio virus.

Es una gran noticia. Un momento de alegría y de necesaria reflexión. Por quienes perdieron la vida por la enfermedad y la falta de oxígeno, que se calculan en más de 250 mil personas, según cifras oficiales. En especial, por aquellos que perecieron en un momento en que no existía el tratamiento, la dosis de oxígeno necesaria o el antídoto.

Se asegura que el Ministerio de Salud incluirá la vacuna contra el Covid-19 en su cronograma anual de inmunizaciones. Este sería el tratamiento para una enfermedad que llegó para quedarse, convertida en un mal endémico. Es necesario que en el marco de las medidas de prevención contra el virus que necesariamente deben establecerse, se incluya una campaña de comunicación para mantener la vigilancia frente a cualquier rebrote y las acciones destinadas a evitar la propagación de contagios. Es importante no cantar victoria antes de tiempo.