Ausencias, cautelas y distancias
A propósito del comunicado sobre la democracia peruana.
Un pronunciamiento de cuatro gobiernos a favor de la democracia en el Perú expresa la debilidad de la presidencia de Pedro Castillo, y plantea “fortalecer el diálogo político”, algo que nunca debiera abandonarse, pero que es, precisamente, el eslabón perdido hoy en el país.
“Los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador y México, ante la tensión política en el Perú, hacemos un llamado a todas las instituciones y fuerzas políticas de esa hermana república a fortalecer el diálogo político, como herramienta para superar la actual coyuntura que atraviesa el país”, señala el comunicado lanzado el sábado.
Estos pronunciamientos no se emiten sin coordinación con el país del que se ocupa, y con frecuencia surgen a partir de una iniciativa de su propia Cancillería. En este caso, se vino conversando desde que el Congreso le negó al presidente el permiso para viajar al cambio de mando en Colombia.
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Castillo agradeció “a los presidentes de los pueblos hermanos de Argentina, Bolivia, Ecuador y México por el respaldo a la consolidación de nuestra democracia y gobierno frente a las maniobras de sectores antidemocráticos”.
Hay, sin embargo, algunas ausencias y distancias relevantes del comunicado. Para empezar, no están Chile y Colombia, mientras que el texto del mismo no es, como señala Castillo, una defensa cerrada a su gobierno, sino que está redactado con el estilo diplomático de cuando se quiere transmitir cautela.
En ese sentido, el pronunciamiento no se lanza en favor del gobierno de Castillo, sino que lo pone en el mismo plano de la oposición, con “un llamado a fortalecer el diálogo político, como herramienta para superar la actual coyuntura que atraviesa el país”.
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En la dificultad de ese diálogo está el problema. Primero, cómo acercar a oficialismo y oposición cuando en ambos lados hay quienes quieren dinamitar cualquier puente que se tienda. Segundo, cuál sería la agenda de ese encuentro, cuando la mayoría de peruanos quiere un adelanto electoral general, pero Congreso y gobierno solo quieren quedarse. Tercero, y más importante, cómo entra en esa plática una Fiscalía que investiga con sólidos indicios a Castillo por corrupción. Porque el enjuague no es negociable, ¿no?
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