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¿Qué patria para estas fiestas?

“Patria debiese ser apostar efectivamente por construir políticas públicas que mejoren la calidad de vida de quienes conforman este país, que viven hoy con mayores apuros...”.

A días de conmemorar el 201 aniversario de la declaratoria de independencia del país, nuestras Fiestas Patrias, el ánimo general parece ser de poca fiesta, y también de poca patria.

Carentes de un ánimo celebrativo, este 28 de julio llega para muchos peruanos y peruanas cargado de incertidumbre con respecto a sus perspectivas de bienestar personal y familiar. Por supuesto la incertidumbre sobre el futuro político de nuestro país es parte también de sus preocupaciones, pero en tanto la política institucional se ha alejado de los problemas cotidianos de la población y de su deber de hallar soluciones a estos y garantizar su bienestar, los peruanos y peruanas parecen centrarse más en poder solucionar una vida cotidiana a la que los políticos, gobernantes y representantes le han dado la espalda durante los 365 días que han transcurrido desde que iniciara el Gobierno de Pedro Castillo y el mandato parlamentario.

Quienes sí parecen tener ánimo celebrativo son quienes con cada día que permanecen en el Gobierno respiran un día más de libertad y de poner al Estado a su propio servicio. También quienes desde el Legislativo consiguen agrandar y mantener sus prerrogativas particulares a costa de recursos públicos que peruanos y peruanas necesitaríamos que se pongan en temas de alta prioridad. Así, mientras los transportistas se preocupan por el alza del precio de los combustibles, la saliente Mesa Directiva del Congreso celebra poder contar seis meses más con vehículos y gasolina provenientes del sector público, y lo celebra, además, condecorando a personajes nefastos, en un acto de profundo desprecio por el dolor de las familias de sus víctimas.

Así que de fiestas poco. Y también poco de patria, porque patria no es llevar la escarapela al pecho o ponerse la bicolor y gritar sus goles. Ni siquiera llenarse la boca hablando del pueblo. Patria debiese ser apostar efectivamente por construir políticas públicas que mejoren la calidad de vida de quienes conforman este país, que viven hoy con mayores apuros, que encuentran empleos más precarios, que gastan cada día más en el mercado y que no hallan en sus representantes ninguna respuesta.

Pero nuestro debate político no está centrado en cómo resolveremos la crisis alimentaria o bajar los costos de los combustibles o mejorar la educación o la salud. Nuestro debate político está lleno de “bebitos fiu, fiu”, de escapes de la justicia, de insultos, negociaciones bajo la mesa y contrarreformas que golpean lo que se ha ganado hasta ahora en el país.

Quizás eso sea lo que ad portas del 28 de julio genera mayor distancia y desazón con lo que viene ocurriendo en el debate de actores políticos y la batalla entre poderes. Quizás esa sea una de las más importantes razones por las cuales “la calle no se moviliza” frente a estos actores políticos: porque el debate entre ellos no parece tener nada que ver con el debate del día a día de peruanos y peruanas.

Si nuestros políticos hablasen de vacancia, elecciones o demás “salidas”, vinculándolas directamente con cómo afectan la vida cotidiana de las personas, quizás si hablasen de que el oficialismo propone “A” para solucionar la crisis alimentaria que se avecina y la oposición propone “B”, pues entonces la ciudadanía se sentiría más llamada a centrarse en ese debate y posicionarse en él. Quizás si nuestros políticos realmente hicieran patria, peruanos y peruanas no sentiríamos que nos han dado la espalda y la apatía no parecería ser la emoción primigenia frente a la política.

Como he dicho otras veces, necesitamos centrarnos en qué queremos antes de en quién queremos, y nuestros políticos necesitan centrarse en qué necesitamos los ciudadanos y ciudadanas y no en sus particulares intereses. ¿Será mucho pedir escuchar a algún líder o lideresa que “hagamos patria”?

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Paula Távara

Politóloga, máster en políticas públicas y sociales y en liderazgo político. Servidora pública, profesora universitaria y analista política. Comprometida con la participación política de la mujer y la democracia por sobre todas las cosas. Nada nos prepara para entender al Perú, pero seguimos apostando a construirlo.