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Consenso ciudadano

En busca de una alternativa a la crisis política que afecta al Ejecutivo y al Legislativo.

Hay diversas iniciativas que se están gestando en el campo democrático y tienen como objetivo la superación de la crisis política que está entrampando al país desde el fin de la segunda vuelta electoral del 2021 y que se ha prolongado y hasta empeorado, mientras nos aproximamos al 28 de julio. Esta solución pasa por el recorte del mandato presidencial y de los congresistas, ambos descalificados por la ciudadanía por su incapacidad para enfrentar las necesidades de la hora actual.

Los colectivos ciudadanos se esfuerzan por encontrar soluciones en el ámbito legal. En esa línea, se ha propuesto que todas las iniciativas se vayan coordinando en el proyecto “Consenso Ciudadano”, que tendrá en el expresidente Francisco Sagasti un impulsor de la propuesta.

La iniciativa incluye la realización de elecciones presidenciales adelantadas para abril del 2023 y una segunda vuelta en mayo siguiente. Se elegirán también congresistas para el período 2023-2026, y se sentarán las bases de la reforma política, mediante la creación de un grupo especial de debate, que deberá profundizar el conocimiento y generar consensos, para temas como la bicameralidad, etc.

Hoy por hoy, entre gallos y medianoche, un sector de la clase política desprestigiado por sus modos antidemocráticos y abusivos está tratando de ganar la reelección y otras prebendas mediante la aprobación exprés de sus reformas constitucionales. Conocedores de su descrédito, escamotean el referéndum y utilizan para evitarlo estratagemas y leguleyadas.

El desprestigio del Legislativo corre en paralelo al creciente descontento contra el Ejecutivo. Nada parece detener la persistente caída en las encuestas y las denuncias de corrupción que cada vez comprometen más al entorno presidencial y están generando el vacío y la anomia, en un agravamiento de la crisis que demanda rápida solución.

Tanto el Congreso como el Gobierno interactúan sin afectar sus intereses mutuos. La sobrevivencia de unos sirve para el negociado de los otros, y así permanecen y flotan en medio del caos de seguridad ciudadana, la cuarta ola, el incremento de precios, la desocupación, y un largo etcétera. “Consenso Ciudadano” podría ser la llave de solución y un efectivo incentivo de participación, para garantizar una transición dentro de los cánones democráticos.