¿Qué pasa en Ecuador?

El estado de excepción se mantiene en 6 provincias del Ecuador, después de 10 días de protestas. Hay restricciones en la movilidad, el derecho a la reunión y se ha decretado el toque de queda de 10 p. m. a 5 a. m. en el área metropolitana de la capital. Rodeado de militares, el ministro de Defensa, Luis Lara, aseguró que “la democracia del Ecuador está en serio riesgo ante la acción concertada de personas exaltadas que impiden la libre circulación de la mayoría de los ecuatorianos”.

Las columnas de indígenas junto a otros gremios y organizaciones sociales avanzan por las carreteras de todo el país para ocupar Quito. A su paso, tres gobernaciones han sido tomadas y los disturbios no cesan.

Hay también denuncias de ingresos ilegales de agentes a universidades y otras dependencias. Es el caso de la Universidad Católica, que reclamó por el ingreso sin autorización de refuerzos policiales al campus. El comando policial respondió que resguarda locales públicos y privados del vandalismo mientras patrullas intentan reabrir los pozos petroleros, cuya producción está parcialmente paralizada.

Delegaciones que velan por la democracia y los derechos humanos, como Human Rights Watch, ya están en el país para fomentar el diálogo, que está roto, entre el Gobierno del presidente Guillermo Lasso y las dirigencias indígenas de la CONAIE. Amnistía Internacional, en una comunicación, lamenta la decisión del Ejecutivo de reprimir las protestas, pues lo único que consigue es rememorar la crisis de octubre del 2019.

Allegados al conservador Lasso señalan que los indígenas solo quieren derrocar al Gobierno y que no desean ninguna negociación. Los líderes, al otro lado de la mesa, aseguran que deben discutirse las causas estructurales de las protestas, vinculadas a la mala gestión del mandatario y la pobreza agudizada por la pandemia. Exigen reducción del costo de combustibles, control de precios de los productos del agro y rechazan firmemente la flexibilización laboral.

Guillermo Lasso, mediante la TV, explicó que no se puede permitir que se enfrente “pueblo contra pueblo”. “Aquí estoy, para defender Quito”. “El Ecuador elige la democracia, nunca el caos”, remarcó.

Leonidas Iza, presidente de la CONAIE, y que lidera la protesta, fue detenido por casi 24 horas y luego liberado. Él hizo una exhortación: “La protesta no es vandalismo”.