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Piura, del caos a la desesperación

“En Piura necesitamos hechos concretos, no palabras o frases cliché. La ciudad ordenada y bonita que nunca pudo ser está cansada de las autoridades incapaces”.

Un informe sobre la seguridad ciudadana realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática –INEI–, entre setiembre del 2021 y febrero del 2022, establece que la percepción de inseguridad en la ciudad de Piura se ha incrementado exponencialmente de 74,1% a 88,6%.

Pero estas cifras no solo obedecen a una terrible ola de inseguridad que se vive en la ciudad, donde los asaltos y asesinatos son moneda común sin discriminar el sector social o la zona, sino que hemos pasado a formar parte de las estadísticas abrumadoras en liberal crecimiento, sin visos de solución a corto plazo.

Piura, en los últimos años no solo pasó a ser una ciudad destruida por el fenómeno de El Niño Costero del 2017, sino por la indolencia e incapacidad de gestión de sus autoridades. Caótica, desordenada, informal, sucia y mal parchada, así luce la otrora “ciudad del eterno calor”, donde el principio de autoridad es una añoranza muy lejana, y el imperio de la informalidad, falta de oportunidades y oportunismo nos han legado una convivencia totalmente nociva, tanto o más que nuestras autoridades.

Uno de los escollos más complejos a solucionar es el caótico transporte urbano: mototaxistas informales que no cuentan con una capacitación adecuada para transportar pasajeros, un servicio en moto lineal prohibido, según informe n° 379-2018-MTC y la Municipalidad de Piura, con un alto riesgo de siniestralidad y muchos de ellos sin SOAT ni licencia de conducir.

Si a esto le sumamos trece empresas de transporte público con una noción nula del respeto al peatón, los cruceros peatonales y semáforos, además del incumplimiento de rutas y paraderos y los taxis destartalados e informales, el resultado es caos en su estado más puro.

¿Y dónde están las autoridades? Preocupadas en elecciones y reelecciones en vez de buscar soluciones a una problemática totalmente incontrolable. En Piura necesitamos hechos concretos, no palabras o frases cliché. La ciudad ordenada y bonita que nunca pudo ser está cansada de las autoridades incapaces, de los postulantes con intereses subalternos, egos colosales y supina ignorancia en gestión pública.

Pedro Castro Balmaceda

Piurano, Comunicador Social y Administrador. Fui periodista más de un lustro y desde hace una década trabajo en Relaciones Comunitarias, pero siento que entre ambas profesiones existe una similitud: la sensibilidad social. Me gusta leer y escribir, tengo cuentos sin publicar y una novela a mitad de camino por falta de inspiración y valentía.