Precio del dólar hoy, 23 de abril

Extrañísimos socios

“Toda reforma que impone orden en la informalidad automáticamente crea una bolsa en la que participan los ricos empresarios cuyo negocio es actuar fuera, o por lo menos al filo de la ley. Vale para los propietarios de las universidades bamba...”

¿Por qué la destrucción de la Reforma Universitaria y Sunedu logra agrupar a bancadas y congresistas tan dispares? La respuesta más difundida en los corrillos es que desde hace meses, por no decir años, venimos asistiendo a una enorme operación de soborno, montada por el negocio universitario. Operación en la que no solo circula dinero.

Toda reforma que impone orden en la informalidad automáticamente crea una bolsa en la que participan los ricos empresarios cuyo negocio es actuar fuera, o por lo menos al filo de la ley. Vale para los propietarios de las universidades bamba, de las empresas de transporte trucho, e incluso para los partidos que son negocios privados.

A los congresistas de FP, RP, AP o PL los dueños de las aulas que acaso ya no podrá fiscalizar Sunedu les ofrecen cosas ubicadas más allá del dinero: votos orientados en los mercados cautivos que son los campus, o el prestigio de frotarse con lo académico (no importa cuán manchado), o el acceso a una lucrativa rama del cuento chino.

Para poder votar juntos la gente de esos cuatro partidos ha tenido que inventarse una víctima universal y un enemigo común. La víctima es el gremio de los rectores, a los que se les atribuye el derecho de estar ubicados por encima del Estado mismo. Muchos de ellos han amasado grandes fortunas cobrando altas pensiones y entregando baratijas académicas.

El enemigo común designado es el caviar, una inasible categoría importada al país para agraviar a la izquierda, y que ahora incluso Perú Libre utiliza para atacar a otros izquierdistas. Utilizada como una errática arma arrojadiza, la expresión ha terminado funcionando más bien como un elogio al que la recibe.

Los discursos del desmontaje de la Reforma Educativa en el Congreso volvieron a revelar que se necesitaría bastante más reforma para que los frutos de la educación lleguen hasta el hemiciclo. Pero si su instrucción tiende a ser deficiente, hay que reconocer que saben muy bien de qué lado del pan está la mantequilla.

Con lo que acaba de suceder con esta banda de los cuatro partidos, la calidad y la equidad educativas podrían pasar a tener el potencial explosivo del tema en mayo de 1968, y ahora más cerca, las movilizaciones estudiantiles chilenas 2001-2019.

La República

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