Tres mujeres, un camino, y otro cuento

El tibio mea culpa ensayado el domingo en La República por Verónika Mendoza confirma la necesidad de los políticos de reescribir la historia, a costa de la verdad, para mejorar su futuro y tranquilizar a sus electores.

Le sirvió a Marine Le Pen para mejorar su desempeño en el segundo balotaje que perdió ante Emmanuel Macron por 17 puntos, diferencia que fue casi la mitad (32) que los separó en 2017.

Para seducir a más de diez millones de votos, la ultraderechista Le Pen moderó un poco la posición abiertamente pronazi de su padre Jean-Marie, pero no lo mucho que sería deseable, aunque también recurrió a la construcción de una narrativa para satisfacer la necesidad social de ‘otra historia’, como recordó Juan Gabriel Vásquez en El País.

El escritor colombiano recordó la declaración de Marine Le Pen sobre un vergonzoso pasaje de la historia francesa (La rafle du Vel d’Hiv), una redada en 1942 en la que la policía entregó a 13 mil judíos que fueron enviados a campos de exterminio, exonerando a Francia del terrible hecho. “Hay todo un sector de la psique francesa que está harto de sentirse culpable”, señaló Vásquez.

Keiko Fujimori trató de hacer lo mismo. En 2015 ensayó en Harvard una toma de distancia de algunos hechos del gobierno de su padre para ganar votos en el sector antifujimorista moderado, pero cuando ello no le dio resultado, se dedicó a tergiversar la historia, incluyendo la propia, como la pataleta descontrolada que la llevó a demoler la democracia peruana desde 2016.

Mendoza recurre ahora, para mejorar su perspectiva y hasta calmar a sus groupies, a un mea culpa por su participación cómplice en el desastre del gobierno de Pedro Castillo, asumiendo “nuestra cuota de responsabilidad”, pero detrás de las culpas de “una ultraderecha golpista” y de un “centro democrático que, lamentablemente, se sumó a la lógica golpista”, con una narrativa que olvida su silencio vergonzoso frente a todos los estropicios que colisionaban con banderas que, supuestamente, ella y su partido defendían (género, corrupción, etc.).

Aunque alejadas de la verdad, con nuevas narrativas, seguramente Keiko buscará que a la cuarta candidatura sea la vencida, y Marine y la Vero que a la tercera puedan conquistar sus sueños.