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“Imagine” (El día después de un ampay)

“Imagina que, antes de que se emita, te avisan que algo de tu privacidad va a ser revelado en el prime time de la tele. Imagina que no puedes hacer nada para detenerlo y que en cualquier momento saldrá al aire. Imagina que tu familia y tu trabajo están en juego por ello...”.

Imagina que eres famoso, ya sea como futbolista, político, actor, actriz, presentador, presentadora, etc., abundan las posibilidades. Imagina que, como todos los seres humanos, tú también eres ser humano, pero, como eres “famoso”, la delgada línea entre tu derecho a la privacidad y el derecho a la información, respecto a tu caso particular, es difusa, casi inexistente. Es decir, eres, como todos, un ciudadano, pero un poco menos ciudadano porque por tu carrera, de alguna forma, has dejado de pertenecer a ti mismo y eres de todos, de todos y de nadie.

Imagina que todo el sistema mediático intenta borrar esa frontera entre lo privado y lo público y, en la práctica, lo hace. Imagina que todos tus actos pueden ser objeto de escrutinio: un malentendido en una tienda, una discusión con un taxista, un mensaje inbox malinterpretado, un WhatsApp, una equivocación, una pequeña traición, una infidelidad, una acusación, una denuncia. El universo de posibilidades es infinito.

Cualquier cosa puede jugar en tu contra. Pueden seguir todos tus pasos sin que te des cuenta, te puede delatar cualquier persona que trate contigo: el mozo, el recepcionista, tu amigo del trabajo, tu conocido, como un coronavirus eterno. Solo basta que alguien te acuse, te señale, te eche, para que, como mínimo, haya un debate sobre ti, un juicio en donde cualquiera te puede juzgar y sentenciar sin importar tu versión.

No importa que luego demuestres tener la razón, no importa que hayas sido falsamente acusado, ya se sembró la duda, ya corrió el rumor, el chisme. Imagina que, antes de que se emita, te avisan que algo de tu privacidad va a ser revelado en el prime time de la tele. Imagina que no puedes hacer nada para detenerlo y que en cualquier momento saldrá al aire. Imagina que tu familia y tu trabajo están en juego por ello y que tú, pues tienes que seguir viviendo.

Imagina cuando sale a la luz, imagina lo que pasa en tu casa, con tus patas, con tus parientes, tus hijos, tu esposa. Imagina que simplemente aparece sin previo aviso, que lo descubres tú mismo en las redes o te avisan del chongo para que tú mismo lo compruebes.

Imagina que hay un montón de gente, muchísima gente, que va a sentir placer por verte sufrir, por verte caer, llorar. Imagina tu vida al minuto siguiente, al día siguiente, después del linchamiento en proceso sumarísimo.

La República

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