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Corrupción y cordura

“No notamos que la desaparición de un monopolio conduce a la aparición de mafias competitivas más o menos desconcentradas; mafias de reemplazo. Porque también en la corrupción, no solo en la política, los espacios vacíos tienden a llenarse”.

Hace una semana, Alberto Vergara propuso la conformación de una Mesa por la Cordura. Un espacio para sumar en la formación de muros de contención al proceso de desarme de instituciones en que andan enfrascados Gobierno y Congreso.

Muchas cosas que discutir sobre esta vía, que encuentro imprescindible recorrer. Creo por ejemplo que necesitamos más de una mesa y con urgencia. Una por cada forma de locura que debemos enfrentar. Después de lo ocurrido con el indulto de Fujimori encuentro indiscutible que la justicia requiere una mesa propia. Pero los casos Castillo dejan en claro que la lucha contra la corrupción exige otra, una más urgente y decidida.

En su propuesta, Alberto invita a comenzar por una autocrítica. Bien, tomo la palabra y comienzo reconociendo que en la transición de principios de este siglo (1) nos concentramos demasiado en la mafia de Montesinos y no vimos, o no quisimos ver, o no tuvimos cómo ver el patrón de sobornos que ya estaba instalado en proyectos y obras de infraestructura y en el financiamiento de los partidos políticos. Lo intuyeron a su manera, con ciertos matices, Javier Diez-Canseco y Manuel Dammert. Podemos mantener cierta distancia con sus aproximaciones, pero ahí estaba la sospecha y no prestamos suficiente atención a ella.

Enorme paradoja. El sistema anticorrupción de entonces, sin notarlo, le dio a Toledo la medida de referencia que definió el monto del soborno que pidió a los Odebrecht por entregarles las IRSA: US$ 30 millones. Redondeando, es la cifra que obtuvo Montesinos por los aviones rusos del 98. Concentrados como estábamos en la historia de los 90, no notamos que la desaparición de un monopolio conduce a la aparición de mafias competitivas más o menos desconcentradas; mafias de reemplazo. Porque también en la corrupción, no solo en la política, los espacios vacíos tienden a llenarse.

Aprendizaje: Es un pésimo negocio buscar la corrupción en el pasado. Claro, alguien debe encargarse de los hechos consumados, sin duda. Pero si el objetivo es enfrentar la corrupción eficientemente, la mirada debe estar siempre en el presente, en los circuitos de tráfico y soborno que se desarrollan hoy, ante nuestros ojos, no solo en aquellos que requieren para ser reconstruidos el cuidado de un arqueólogo.

Una mesa sobre corrupción, una mesa que se proponga enfrentar esa forma de locura, debería abordar el desafío de mirar lo que está ocurriendo ahora mismo. En concreto creo que una mesa de este tipo debería promover que todos los funcionarios que intervienen en el proceso de selección de proyectos y asignación de partidas para infraestructura y obras públicas actúen en ambientes de cristal: que acepten que sus teléfonos sean intervenidos, sus cuentas abiertas a control permanente y su actividad diaria sujeta a observación digital continua. Una mesa de este tipo debería promover que las entrevistas de estos funcionarios con gestores parlamentarios, regionales y municipales queden prohibidas. Así de plano, prohibidas, y las que sea necesario desarrollar queden registradas en videos sujetos a control.

No puede haber reemplazo de mafias si se cierran los espacios en que estas negocian. Cerremos entonces esos espacios. Nuestra moralidad está en emergencia. Necesitamos medidas para esa emergencia y una mesa de formación de consensos que sostenga una intervención como esta.

Un proceso como el que propongo no es fácil de aceptar. Digamos que propongo una camisa de fuerza para esta forma de locura, una intervención que generará detractores y resistencias.

Por eso creo que aquí nos hace falta, con urgencia, una dosis alta de cordura.

(1) El autor de esta nota fue parte del primer equipo anticorrupción del Ministerio de Justicia.

larepublica.pe
César Azabache

Hablando de justicia

Director de Azabache Caracciolo Abogados. Abogado especializado en litigios penales; antiguo profesor de la Universidad Católica y de la Academia de la Magistratura. Conduce En Coyuntura, en el LRTV y “Encuentros Muleros” en el portal de La Mula. Es miembro del directorio de la revista Gaceta Penal y autor de múltiples ensayos sobre justicia penal.