Palabra de historiadora
“En las fotos, un sonriente Pedro Castillo posa al lado de Héctor Becerril y otros especímenes de la bancada fujimorista...”.
Los mejores politólogos suelen ser historiadores, me dijo un experimentado colega en aquellos años en que Pablo Macera ganó fama de gurú político y antes de su patética incursión como candidato a la vicepresidencia en la plancha re-reeleccionista de Alberto Fujimori.
La sentencia, empero, cobró actualidad cuando leí la columna de la historiadora Cecilia Méndez publicada ayer lunes en estas mismas páginas. La Traición de Pedro Castillo es el contundente título de su colaboración y se pueden leer párrafos como para sacar roncha a tanto izquierdista trasnochado que sigue defendiendo al líder de esta mafia que nos gobierna: “... En la campaña se decía que Castillo era un hijo de la reforma agraria de Velasco. Ahora es más fácil verlo como un hijo del fujimorismo, esa organización criminal copadora del Estado, cuyos métodos busca emular”.
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Más claro ni el agua. Lo peor es que estábamos advertidos. Basta escribir en Google imágenes “Pedro Castillo huelga Sutep” y aparecerán decenas de imágenes de aquella paralización organizada por el ala ultra del sindicato magisterial y que logró poner en jaque al gobierno de PPK el 2017. En las fotos, un sonriente Pedro Castillo posa al lado de Héctor Becerril y otros especímenes de la bancada fujimorista. Ellos fueron su mejor aliado político.
Pero no fueron las únicas señales de advertencia. Bastaba escuchar sus discursos y/o sus declaraciones defendiendo a regímenes dictatoriales y corruptos como los de Nicaragua, Cuba y Venezuela como para comprobar esa falta de coherencia. Ni qué decir de sus posturas ultraconservadoras en temas como el aborto o la igualdad de género, su misoginia o su implicancia con caciques provincianos u otras autoridades locales comprometidas en mafias y actos de corrupción.
En fin. Ya es muy tarde para lamentaciones. Solo queda poner en marcha una ardua tarea de reconstrucción de la izquierda peruana. El siglo pasado Sendero Luminoso fue el principal enemigo que tuvo la izquierda. En este siglo la banda de Castillo y sus tontos útiles le acertaron un golpe de muerte.
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